"‘El que contiende soy yo, con mi historia de vida’: Meade"

Ariel Noriega / Sibely Cañedo

MAZATLÁN._ José Antonio Meade Kuribreña no solo se defiende, también ataca.

El candidato a la Presidencia por la coalición Todos por México afirma que no tiene nada que esconder y recuerda los casos en los que se han visto involucrados sus contrincantes.

“Yo no tengo ranchos, yo puedo explicar de lo que he vivido, yo siempre he vivido de mis ingresos, no tengo plantas industriales, no tengo fundaciones que construyan edificios, no tengo hijos viviendo del erario público, no tengo 15 años recorriendo el País sin explicarlo”, replicó ante los cuestionamientos de periodistas de Noroeste.

De visita en las instalaciones de este medio en Mazatlán, respondió a los señalamientos de corrupción de los que se acusa a los miembros de los partidos a los que representa, sobre todo al PRI.

“Yo creo que cada quien tiene que hacerse cargo de su trayectoria, el que contiende hoy soy yo, con mi historia de vida, con mis 20 años, con esta trayectoria escudriñada durante 20 años, limpia y honorable”.

Después de visitar Culiacán, el candidato tricolor viajó a Mazatlán donde comió con empresarios y políticos sinaloenses, después visitó la planta de PINSA y culminó su día con una visita a Noroeste donde defendió que se puede hacer un gobierno limpio.

“Se puede ser limpio y honorable en la política, se puede hacer un buen trabajo y entregar buenos resultados”, afirmó.

Cuestionado por participar en un gobierno donde la corrupción alcanza las más altas esferas, Meade no solo mostró el historial de su pasado como servidor público, también defendió a los millones de funcionarios que lo hacen de manera honorable.

“Aspiramos a ser Presidente de la República, y aspiramos y debemos estar dispuestos a que se escudriñen nuestra gestión y en el caso mío, ni por omisión ni por comisión, se encuentran 20 años sin un solo escándalo, después de cinco secretarías, en un trabajo que ha sido pulcro y honorable, como el que ha sido el de mucha gente, no tiene nada de notable lo que yo comento, la normalidad del servicio público es la honorabilidad”, expresó.

“Parte de lo que a mí me gustaría reivindicar en esta campaña es eso, el que no nos definan a los servidores públicos las excepciones, el que podamos regresarle al servicio público ese espacio de dignidad y de orgullo, somos millones los que están en la misma condición que yo y son las excepciones las que abusan y en este caso, las que abusan son ellos, los otros candidatos, no yo”.

Alejado de los mítines multitudinarios de antaño, Meade pasó por Sinaloa sin dejar de repetir que se siente el mejor preparado para reparar lo que sus compañeros de partido no han podido.

“Y en un tema que es absolutamente central en esta elección es que nos podamos presentar no solo frente al electorado, sino frente a los ojos de nuestros hijos, después de una vida entregada al servicio público, es el mejor elemento y la mejor carta de presentación para poder presentarse y decir, no solo con experiencia si no con un buen diagnóstico del problema y con buenas propuestas para resolverlo”.

Alejado de los mítines multitudinarios de antaño, Meade pasó por Sinaloa sin dejar de asegurar que le alcanzarán los números para ganar una contienda donde las encuestas no lo señalan puntero.

Para cerrar el día, el candidato subió a una pulmonía afuera de Noroeste y en ella se dirigió a un hotel de la Zona Dorada, nada elegante, para intentar ser congruente con su apuesta por enterrar la historia de un partido condenado por lo que asegura hicieron unos cuantos.