"En el Parque Bonfil, de Mazatlán, reina la incertidumbre entre los pescadores"

Ante la falta de un precio especial para los sectores primarios, la pesca de camarón de altamar cada vez se acerca más a su desaparición.

A pesar de que la zafra 2018-2019 terminó oficialmente el 15 de marzo, más del 70 por ciento de la flota camaronera se encuentra amarrada desde diciembre.

Y no sólo eso, lamentó el empresario Humberto Becerra Batista, cerca del 20 por ciento de las embarcaciones ha sido puesta a la venta en distintos puertos del País, porque su operación resulta incosteable.

En tanto, aquí en Mazatlán los pescadores ya se dedican a otras actividades y han tenido que migrar por la falta de empleo en el sector pesquero, agregó el dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola.

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“Necesitamos un precio especial para el energético, si no, la pesca va a desaparecer: de eso no hay vuelta de hoja, y más con las primeras pesquerías, las más vulnerables: camarón, pesca de escama...”, abundó.

Sin embargo, el alto precio del diesel marino, que sin estímulo fiscal tiene un precio de 22 pesos por litro, le “pega” a todas las pesquerías, en especial a aquellas que tienen que navegar mayores distancias para encontrar el producto, como la del atún.

En la industria del camarón de mar, desde hace tiempo los trabajadores buscan opciones de trabajo en otros estados, ante la reducción de las temporadas por la falta de rentabilidad.

“Cerraron las plantas procesadoras desde diciembre, muchas de ellas; y finalmente la gente empezó a buscar otros empleos, a salirse de aquí del estado buscando oportunidad en otros lugares, precisamente a raíz de que no se ven opciones, pero además hay embarcaciones en venta en todo el país”, advirtió el dirigente.

En Mazatlán, se concentra la mayor flota camaronera del País con cerca de 500 embarcaciones, con lo que se estima que de manera cíclica, al finalizar cada temporada del crustáceo, cerca de 4 mil pescadores se quedan sin empleo, más las mujeres que trabajan en plantas congeladoras, que son más de 500.

En todo el país, se estima que es una industria que genera 42 mil empleos.

Becerra Batista señaló que se mantiene abierto el diálogo con Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, de la cual depende la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura, para lograr tener un precio del combustible competitivo.

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En México, las políticas energéticas no contemplan tarifas especiales para los productores de alimentos. Mientras en otros países, como Estados Unidos, el diesel marino lo pagan a 9.6 pesos por litro, cerca de la mitad del precio que se ofrece a pescadores mexicanos.

El apoyo más importante por parte del Gobierno Federal es el estímulo en el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), que significa una reducción de 3 a 4 pesos, aunque en en estos momentos las tarjetas para hacerla efectiva nisiquiera se encuentran habilitadas, denunció el líder de la cámara.

En su visita a Mazatlán este martes, Víctor Villalobos reconoció que el elevado costo de los energéticos es un tema que afecta a toda la planta productiva del País y no sólo a la pesca, por lo que se tienen que buscar soluciones integrales.

Sin embargo, no dio a conocer ningún plan en el corto plazo.

“Estamos hablando con el Gobernador (Quirino Ordaz Coppel) buscando alternativas; como saben, es un tema nacional no sólo de los pescadores, y como tal, se tiene que manejar en estos términos, no queremos que dejen la actividad, queremos ordenar la pesca, que sea una actividad productiva y poco a poco lo vamos a lograr”, declaró.

Mientras tanto, desde el arranque de la veda del camarón se ha recrudecido el desempleo en Mazatlán y otros municipios pesqueros.

Pescadores desmpleados y barcos en venta

A la entrada de muelle del Parque Bonfil, se observan más de una decena de pescadores desempleados, reunidos en espera de una oportunidad.

Uno de ellos es Ócar Salazar González, de 63 años, y con más de 40 trabajando en los barcos camaroneros. Ha sido cocinero, marinero y ayudante de motorista.

Recuerda que antes la veda sólo duraba dos meses. Hoy, medio año.

“Sería por allá por los ochenta, todavía la temporada duraba unos 10 meses, hoy me quedé sin trabajo ya que sólo pude hacer un viaje por problemas personales”, indicó.

Aunque señaló que desde hace meses, gran parte de la flota está paralizada. Hoy busca empleo “de lo que salga”. Y cuenta que los más jóvenes son los que pueden migrar para buscar otras alternativas.

“Yo por mi edad, ya le batallo”, lamentó.

En la línea del muelle, se encuentran las embarcaciones, algunas en reparación, pero otras con letreros de venta por lo caro del diésel. Es una situación que se ve en otros puertos, de acuerdo con la Canainpesca.