"Ponen en Sinaloa primeros candados para gastos en publicidad oficial"

Ahora en Sinaloa los gobernantes sólo podrán gastar en publicidad oficial, los montos estipulados en los presupuestos públicos.

Y los anuncios, inserciones, spots y demás mensajes pagados con recursos del erario deberán estarán etiquetados para temas en particular.

Además, se prohíbe bajo cualquier modalidad usar dinero público para felicitaciones, e incluso, esquelas.

Estas son algunas de las novedades que contiene la nueva Ley de Austeridad para el Estado de Sinaloa, aprobada por unanimidad de la 63 Legislatura en la sesión extraordinaria del viernes 28.

El proyecto fue impulsado por Morena, que tiene mayoría en la Cámara local.

Con estas normas se da un primer paso para la regulación de estos polémicos gastos.

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Esto, al margen de la creación de un marco jurídico específico en la materia de transparencia publicitaria, la cual es una promesa de la bancada de Morena.

La Ley de Austeridad, aprobada con el voto de 34 de los diputados presentes en el pleno, entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el periódico oficial El Estado de Sinaloa, lo cual se prevé para los primeros días de enero de 2019.

En la ley ya se incorpora un apartado específico, el capítulo cuarto, denominado “De los Gastos de Comunicación y Publicidad Oficial”.

Uno de los puntos sustantivos de la nueva normatividad consiste en que ya no se gaste en publicidad, lo que no esté autorizado por el Congreso, y en su caso, por los cabildos.

“Los poderes del Estado, los ayuntamientos, los organismos autónomos y, en general, todos los entes públicos, limitarán los gastos de comunicación y publicidad oficial gubernamental, por cualquier medio, exclusivamente a los recursos asignados en sus respectivos presupuestos de egresos para el ejercicio fiscal que corresponda.

“Este gasto es independientemente de aquel destinado para el gasto de operación del área de comunicación específica”, indica el artículo 29.

Graciela Domínguez, líder de la mayoría de Morena, admite que éste sigue siendo un rubro en el que hay gran opacidad de los gobiernos.

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En el caso del Gobierno estatal, destaca, por lo general sólo se visibiliza aquel gasto relacionado con el área operativa de comunicación, más no lo que se destina a la compra de espacios en los medios de difusión.

El artículo 30 se “congela” el presupuesto en este rubro.

“Las asignaciones presupuestales al área de comunicación social no serán aumentadas durante el ejercicio fiscal correspondiente”, se advierte.

Aunado a ello se mandata a que las entidades de la administración pública paraestatal, paramunicipales, fideicomisos públicos, instituciones y organismos autónomos, sólo puedan hacer gastos de publicidad institucional relacionados con su objeto.

Las disposiciones alcanzan, por primera vez, a erogaciones vinculadas con actos de relaciones públicas de los gobernantes.

“No se podrá cubrir, con cargo a los presupuestos, ningún gasto en los medios de comunicación con motivo de onomásticos, cumpleaños, condolencias o cualquier otro evento o celebración que se relacione con los servidores públicos o particulares”, se puntualiza en el artículo 32.

Y tampoco ediciones de ornato… 

Al conjunto de restricciones en promoción se suman, finalmente, las ediciones impresas.

“Las entidades públicas se abstendrán de realizar con cargo al erario, la edición e impresión de libros y publicaciones que no sean estrictamente necesarias para el cumplimiento de sus funciones”, se advierte.