"Se escandaliza PRI: ve un futuro atroz en Sinaloa, donde gays podrán adoptar hijos"

El PRI, que por varios años “congeló” la reforma sobre el “matrimonio igualitario” cuando fue mayoría en el Poder Legislativo, mostró por primera vez en tribuna sus cartas en este tema: todas en contra.

Y lo hizo con un discurso catastrofista, a través del cual previó que dar este paso “abriría las puertas” para que gays y lesbianas tengan derecho a la adopción.

“(Este dictamen) sólo presagia un futuro atroz e incierto para esta sociedad de la cual todos formamos parte”, advirtió Elva Margarita Inzunza Valenzuela, quien fijó la postura del tricolor en tribuna.

Los ocho priistas, encabezados por su coordinador Sergio Jacobo Gutiérrez, votaron contra el dictamen.

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“... No aceptamos, y por ningún motivo podemos aceptar, que se desvirtúe el concepto de matrimonio y de familia, entendidos éstos como la unión entre el hombre y la mujer.

“Nunca debemos olvidar que la familia natural es realmente la base de nuestra sociedad”, remarcó, entre gritos de “¡homofóbica, homofóbica!”, que salían de las gargantas de integrantes de la comunidad lésbico gay y ciudadanos a favor de la reforma.

En contraparte, el contingente de religiosos gritó consignas a favor de postura del PRI.

Inzunza Valenzuela dijo que el dictamen era “mal intencionado” y en el fondo ocultaba otra intención, por lo cual “lo rechazaban contundentemente”.

“De manera implícita y oculta también se pretende legalizar la adopción de niñas y niños”, remarcó al sostener que el dictamen “es un exceso legislativo”.

“Aprobar este dictamen, es aceptar la adopción de niñas y niños que tendrán un futuro incierto, que serán educados en valores y costumbres que atentan contra los principios fundamentales de la sociedad”, consideró.

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No puede reformarse la ley, agregó, para satisfacer el interés de una minoría.

Los grupos religiosos coreaban desde las gradas “¡Somos mayoría, somos mayoría!”.

Los manifestantes reprocharon que estaban frente al mismo PRI conservador, de “siempre”.

“¡El mismo PRI de siempre, el mismo PRI de siempre!”, lanzaban quienes portaban la bandera del arco iris, emblema de la comunidad lésbico gay.