"Un arroyo crecido se llevó la casa de lámina de Facundo, y su vida; tenía 63 años"

Como si fuese un día normal, Jesús Facundo se levantó temprano la mañana del jueves.

Fue a la casa de un vecino quien le ofreció un taza de café y le planteó se quedara con él mientras la fuerte lluvia que se registraba, bajara su intensidad.

El señor de 63 años de edad rechazó la oferta de quedarse con su vecino y optó por trasladarse a su cuarto de lámina, ubicado a un lado de un arroyo de la colonia ampliación 5 de Febrero.

Jesús Facundo entró a su frágil cuarto y se acostó en un colchón donde esperó a que la lluvia terminara. Acostado no se dio cuenta que el arroyo subió de nivel, ni la fuerza que tría.

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La corriente arrancó de raíz su pequeña casa y se la llevó con Jesús Facundo adentro; éste alcanzó a sujetarse de un horcón y desde ahí luchó contra el agua.

Sujetado de ese palo, con gritos desesperados, pidió auxilio a los vecinos, quienes miraron con drama.

El señor gritó que le aventaran una soga, sin embargo, la gente sólo lo miró, difícil, imposible ayudarlo. La calle parecía un río.

Mientras veían la manera de cómo ayudarlo sin exponer sus vidas, el agua arrancó también el horcón del que se sujetaba Jesús Facundo, y se llevó a los dos al mismo tiempo.

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Metros más adelante, donde estaban unos cables de alta tensión sobre el arroyo, un vecino, Alejandro, consideró que Jesús Facundo se pudo haber electrocutado cuando pasó por encima de ellos.

Asegura que sus brazos se levantaron y se movieron aceleradamente cuando pasó por esos cables.

La noche anterior hubo fuertes lluvias que tumbaron los cables de la Comisión Federal de Electricidad que jalan para suministrarse luz.

"Se lo llevó el arroyo, pidió auxilio, pero qué podíamos nosotros hacer, nosotros lo miramos cuando se lo llevó la corriente", comentó su vecino.

El señor fue arrastrado por la corriente como a las siete de la mañana y en ese instante se llamó al 911 y les tomaron el reporte.

Como nadie llegaba para buscar a Jesús Facundo, lloviendo, los vecinos se organizaron y formaron una cuadrilla para buscarlo.

Siguieron todo el arroyo, hasta llegar a la carretera a Sanalona. Ahí suspendieron búsqueda y regresaron con las manos vacías.

Como a las dos de la tarde del viernes, su cadáver fue encontrado en el Río Tamazula, en las inmediaciones de la colonia La Limita de Itaje.

Desde hace dos años, Jesús Facundo vivía solo y en una bicicleta recogía botes de aluminio que después vendía.

"A mí el arroyo casi me quita a mi señora", expuso Alejandro.

Después de la tragedia que se registró en su perímetro, ahora hay nerviosismo cada vez que cae una lluvia.

Juanita, una vecina, recuerda a Facundo como una persona muy seria, querido por la gente.

"Al señor el agua se lo llevó con toda y su casita", recordó la señora.

Hubo mucha desesperación, porque en el fondo se le quería ayudar, pero no se pudo.

"Yo estaba desesperado, aviénteme un mecate, nos gritaba, qué íbamos a hacer, la calle parecía río", continuó.

Los vecinos mencionan el señor fue velado en otra colonia en casa de una de sus sobrinas.