Cadáveres hallados en La Lomita eran de dos primos, Isaías Emilio y Néstor
CULIACÁN._ Como primos fueron identificados los dos hombres que fueron hallados asesinados y envueltos en bolsas de plástico dentro de un vehículo abandonado en el estacionamiento del templo La Lomita, en Culiacán, el pasado jueves 24 de abril.
Familiares los identificaron como Isaías Emilio y Néstor, ambos de 37 años de edad, de quienes reportaron que habían sido privados de libertad en un poblado de Badiraguato, días antes de ser hallados sin vida.
Acorde a los hechos, fue alrededor de las 18:00 horas del jueves cuando personas notificaron a las autoridades sobre el hallazgo de un vehículo abandonado en la zona de aparcamiento del templo, el cual contaba con supuestos restos humanos embolsados dentro de la cajuela de la unidad.
El reporte provocó una fuerte movilización por parte de las autoridades federales y estatales, quienes llegaron al lugar para confirmar que se trataba de dos cuerpos que estaban dentro de una unidad Honda Civic, de color tinto, acompañados de un mensaje grabado en una cartulina de color rojo fosforescente.
Por otra parte, durante los hechos aún se encontraban feligreses dentro del templo celebrando una misa y fue hasta las 19:00 horas cuando acabó la misma y empezaron a salirse del lugar, para luego enterarse del hallazgo tras notar el despliegue de las autoridades.
Elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Estatal Preventiva se encargaron de asegurar la zona y de acordonarla con la cinta amarilla de precaución; mientras peritos de la Fiscalía General del Estado se encargaron de realizar las diligencias de campo correspondientes.
En tanto, una grúa ingresó a la zona de aparcamiento para llevarse al vehículo con los dos cuerpos en su interior y trasladarlo hacia las instalaciones del Servicio Médico Forense, donde se aplicó la autopsia ley y se puso a disposición del Ministerio Público pertinente.
Fue durante la tarde de este sábado 26 de abril que familiares acudieron para identificar a los hombres asesinados, para luego reclamar sus cuerpos con su debido proceso legal.
