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Violencia

Entre autos baleados y mensajes crípticos yace la memoria de la guerra en Sinaloa

La pensión vehicular de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa resguarda las unidades aseguradas tras los enfrentamientos de los últimos meses
14/01/2025 04:00

Jesús Verdugo

Si viajas al oriente de Culiacán y entras a la zona rural, te encontrarás con una leyenda pintada sobre una camioneta blanca: “Bienvenidos a Culiacán”.

Ese es el recuerdo que sobresale de una pensión de vehículos de la Fiscalía General del Estado a la salida nororiente en la ciudad de Culiacán que hoy sirve para recordar los días de terror que han pasado, los que se viven y que hace imaginar los que están por vivir.

Este mensaje fue dejado junto a seis cuerpos en esa van el pasado 28 de septiembre del 2024 tras una visita del entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa.

Eso es lo que sobresale en el paisaje de hierros retorcidos y automóviles de lujo en decadencia que embriaga la vista al llegar a la pensión.

¿Qué se recuerda? Que al filo de las 21:00 horas del último sábado de septiembre se reportó una camioneta abandonada frente al fraccionamiento Alturas del Sur, en las primeras imágenes se observaba el irónico mensaje “bienvenidos a Culiacán” bañado por la luz azulada de las sirenas oficiales.

En el lugar y mirado a detalle, el mensaje remataba con al menos seis cuerpos sin vida dentro de la unidad.

”Ahora sí me siento en guerra”, aseguró uno de los testigos en el lugar.

En esta pensión se resguardan la mayoría de las unidades que se aseguran tras enfrentamientos de civiles armados contra autoridades o decomisos en distintos operativos. Destacan, claro está, las que han sido protagonistas de los últimos hechos violentos en Culiacán y son testimonio tangible de la guerra que comenzó el 9 de septiembre.

Entre los escombros vehiculares se puede observar un par de camionetas Jeep Gladiator de aspecto similar a las aseguradas en el enfrentamiento de civiles armados contra personal de el Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional el pasado 12 de septiembre de 2024 frente al Splash Club, cuando un militar resultó herido y se reportaron 11 personas detenidas.

Por el flanco norte del complejo se asoma entre un par de patrullas de la Policía Estatal Preventiva siniestradas, una camioneta Chevrolet Silverado con impactos de bala en la parte trasera de la cabina, uno más de los cientos de atentados que se quedan en la cifra diaria de homicidios.

En otro sector y ajustando la mirada se acomoda, entre más vehículos baleados, los restos de una avioneta que fue decomisada el pasado 5 de octubre del 2024 en un domicilio de la colonia La Lima, mismo donde una persona estaba privada de la libertad que fue rescatada por la Unidad Especial Antisecuestro.

Este hecho impactó a la opinión pública por lo sencillo que puede resultar trasladar una aeronave de esas magnitudes por la ciudad con total impunidad.

Las autoridades en Sinaloa han anunciado que desde que inició la disputa entre facciones criminales del Cártel de Sinaloa, el 9 de septiembre, han registrado casi 700 homicidios dolosos, un promedio de 5.7 diarios; casi 900 personas privadas de la libertad, que promedian 6.7 diarios; más de 2 mil 300 vehículos robados, más de 200 personas detenidas y 47 supuestos delincuentes abatidos.

Estos datos conjuntos de registros oficiales y periodísticos dan muestra de lo cruenta y prolongada que ha sido este conflicto en el estado.

Y es la documentación de cada hecho violento contrastado con las “cicatrices” tangibles encontradas en la pensión de la FGE lo que da una dimensión más amplia a las cifras y nos muestra una antología del miedo que ha apresado a la sociedad sinaloense durante los últimos 130 días