El documental La Misión Jesuita de la Tarahumara (México-Argentina, 2024) del argentino Sergio Raczko, consta de tres partes, y en la segunda explica que el calendario litúrgico de los rarámuris consta de tres ciclos: El ciclo de invierno. El ciclo de Cuaresma y Semana Santa. El de Navidad.
El ciclo de Cuaresma y Semana Santa se celebra con procesiones, el Vía Crucis, y diverso tipo de danzas y música, ahora, a la guitarra, el violín y los tambores, se añade la sonaja.
El Viernes y el Sábado Santo, los hombres, también los niños, se pintan la cara y las manos de blanco, con puntos rojos. La bebida en común del tesgüino, batari en lengua rarámuri, una cerveza de maíz fermentado. El batari, presente en todas las fiestas comunitarias, se ofrece, antes que a nadie, a Dios.
El fin de este ciclo litúrgico termina con la quema del Judas, que simboliza que se quema al mal. El tercer ciclo es el de la Navidad.
De las fiestas, el documentalista, registra con su cámara el conjunto de las celebraciones, que incluye la preparación, la celebración propiamente tal, con la misa y la homilía del sacerdote, y luego las danzas con la música, propia de los rarámuris. Hay escenas de las celebraciones en el exterior de las iglesias, y también al interior de las mismas. Y tomas de día y de noche. El registro documental de las fiestas es en las comunidades de San José del Pinal, Guaguachiki y Sanachiki.
Esta segunda parte del documental termina con presentar cómo en la escuela primaria de la comunidad de Rejogochi, se enseña a las niñas y a los niños, las celebraciones tradicionales de la comunidad rarámuri, el profesor Ramiro Chávez Ramírez, habla de la importancia de que se mantengan las tradiciones y su contenido espiritual. Hay escenas de una lucha tradicional entre niñas, por un lado, y niños, por otro. En la parte final del documental se registra el cambio de gobernador en la comunidad de Guaguachiki, lo que ocurre cada tres años. Sale una gobernadora y entra un gobernador. Las intervenciones de estas personas son en rarámuri.
En este la tercera y última parte, que dura 17 minutos, se da cuenta del regreso de los jesuitas, en 1900, a la Sierra Tarahumara. En 1767, a la expulsión de los jesuitas de los territorios gobernados por la corona de España, es la Orden de Frailes Menores (OFM), los franciscanos, quienes se hacen cargo de las misiones de la Tarahumara. Se establecen en doce de ellas y no en la totalidad de los centros misionales que habían fundado los jesuitas. Les suceden los misioneros de San José o padres Josefinos, una congregación mexicana fundada en 1872.
El jesuita belga Aquiles Gerste (1854-1920), que ya trabajaba en México, a petición del Presidente Porfirio Díaz, hace un recorrido por lo que fueron las misiones de los jesuitas en la Sierra Tarahumara en 1892. Los indígenas rarámuri, con los que se entrevistan, le dicen que ojalá regresen los “ropa negras”, que seguían, después de 125 años, estando muy presentes en la memoria de ese pueblo originario.
La Misión Jesuita de la Tarahumara
Título original: La Misión Jesuita de la Tarahumara
Producción: México- Argentina, 2024
Sergio Raczcko; dirección, guión, fotografía y musicalización.
Locución: Mara Gallegos
Actuación: Personas involucradas en los hechos