Las jugadas de Rocha, a dos bandas
Limpia el Gabinete; pule la sucesión

Con los cambios realizados el fin de semana, el Gobernador Rubén Rocha Moya renueva todo el Gabinete ejecutivo con el cual inició en noviembre de 2021 y seguramente también define el equipo que lo acompañará en el cierre del sexenio, aunque la incógnita que más inquieta a los sinaloenses respecto a la reestructura de la administración estatal tiene que ver con posibles señales del relevo a favor o en contra de los aspirantes a ocupar el despacho principal del tercer piso de Palacio de Gobierno.

Para cribar el elemento sucesorio, entonces sería necesario poner en raseros distintos las renuncias de Ricardo “Pity” Velarde Cárdenas, y de María Inés Pérez Corral sin mezclarla con la permuta que aceptó Feliciano Castro Meléndrez, pero en los tres casos hay cálculos de riesgos para la imagen no sólo del Mandatario estatal sino también para el régimen de la Cuarta Transformación.

Sí hay jugadas interesantes en el ajedrez político-electoral, pero no más determinantes ahora como lo serán por allá a mediados del año próximo. Desde el primer momento como Gobernador, Rocha empezó a mover sus piezas y tal vez con la primera que intentó el jaque mate fue con el nombramiento de Pérez Corral como Secretaria del Bienestar, en mayo de 2022, siendo la hoy destituida titular de Sebides la primera mujer que fue habilitada como “corcholata” para la Gubernatura.

De hecho, después de tantas veces que renunció en falso, o que Rocha le evitó dejar el cargo, Pérez Corral queda fuera del futurismo femenino que anda desatado en Sinaloa. Ella fue dejando en el camino piedras de mal desempeño de la función pública hasta que se volvieron rocas pesadas con las cuales tropezó y que se volvieron carga para el Gobernador.

En el caso de Velarde Cárdenas, éste no podía continuar al frente de la Secretaría de Economía debido a que está en curso la investigación por la desaparición en Mazatlán del joven Carlos Emilio, cuyo paradero se desconoce desde el 5 de octubre mientras se divertía en un bar propiedad del ahora ex funcionario público. Finalmente la presión que ejerció el Gabinete de Seguridad nacional, en la reunión del 24 del mes en curso en el puerto, detonó la indispensable dimisión.

Pero el caso de Feliciano Castro sí cimbró al Gobierno y a la sucesión porque había sido llamado a ocupar la Secretaría General con el antecedente de que el anterior titular de la dependencia, Enrique Inzunza Cázarez, ejerció el cargo con plenitud de facultades y poderes e inclusive en la SGG permaneció el equipo del hoy Senador. Otro dato que ayuda al análisis es el hecho de que el segundo puesto más importante de la estructura gubernamental lo ocupa ya Yeraldine Bonilla, quien es parte del equipo de Inzunza.

También vale ponderar que a Castro Meléndrez se le entregó la “papa cliente” de la seguridad pública en tiempos del gran conflicto interno en el Cártel de Sinaloa, ocupándose casi de tiempo completo en ser el Vocero de las acciones de contención de la violencia que deriva del crimen organizado. Ello, además, le generó roces con los mandos del equipo enviado por el Secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, para combatir la narcoguerra.

Si bien es cierto que a Feliciano Castro no se le consideró dentro de los morenistas con posibilidades de buscar la Gubernatura, sí promueve la aspiración de una de las aspirantes, Graciela Domínguez Nava, quien se empezó a movilizar más luego de que Rocha ha alentado la eventualidad de que una mujer sería su relevo. Lo que sí debe reconocérsele a Castro Meléndrez es la lealtad hacia el Gobernador al aceptarle un cargo de menor nivel y fuera del “expertis” de quien es buen político y poco conocedor del ámbito del desarrollo económico.

Todo esto deja claro que de aquí en adelante Rocha deberá tomar de diferente manera las decisiones porque su margen de acción será cada vez menor al entrar en los siguientes meses a la fase en que deberá mentalizar el ocaso y desprenderse gradualmente de la circunstancia en que concentró en sus manos los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Es decir, determinaciones como las que concretó en los casos de Ricardo Velarde, Feliciano Castro, y María Inés Pérez las hubiera resuelto de manera distinta hace dos o tres años.

El criterio del Gobernador parece ser el de resolver conflictos o desgastes en el Gabinete, desprenderse de aquellos que andan más en campañas adelantadas que en el cumplimiento de las responsabilidades encargadas, y a la vez eliminar fichas que en la jugada de 2027 le puedan causar el efecto dominó que le tumbe a sus “corcholatas”.

Aquí hizo el Gobernador,

Otra vez doble carambola,

Donde corta alguna cola,

E impulsa a un sucesor.

Para lo que se ofrezca en la novena entrada, y por si hubiera algún cambio en el line up del equipo de Morena, el Gobernador Rubén Rocha prepara a Enrique Inzunza Cázarez y Juan de Dios Gámez Mendívil como bateadores emergentes. Nunca se sabe qué virajes dará el partido ni hacia dónde dirigirá sus simpatías la porra. Y el mánager debe estar preparado para lo que pueda incurrir, así se trate de lo impensable.