Puentes en la UAS: mantas o arreglo
Mesa de conciliación o futuro incierto

OBSERVATORIO
19/11/2025 04:02
    En sincronía con leyendas expuestas en la infraestructura vial ante la mirada de miles de automovilistas corre la cuenta regresiva para que la UAS resuelva los ajustes que deba hacer tendientes a reducir el gasto en áreas que la sangran económica y administrativamente o bien aprenda a subsistir en la inopia presupuestal.

    Con la aparición ayer de mantas con leyendas en contra de la reingeniería financiera en la Universidad Autónoma de Sinaloa y exigencia de renuncia del Rector Jesús Madueña Molina, se acentúa la necesidad de que las partes de este conflicto instalen mesas de diálogo y abandonen las posturas inamovibles que llevan a la UAS a un cierre de año inestable y la apertura de 2026 cargado de incertidumbres agregadas a las que ahora aturden a la casa de estudios.

    Más allá del azoro por incurrir universitarios o las “manos negras” detrás de ellos en tácticas que puso de moda el crimen organizado al hacerse escuchar a través de recados colocados en puentes vehiculares y peatonales urbanos, mismos modos a los que acuden todo tipo de protestas, la turbación tiene más que ver con la polarización de actitudes y estilos que derriban los tablados de la conciliación y le tienden andamios al enfrentamiento.

    Así, en sincronía con leyendas expuestas en la infraestructura vial ante la mirada de miles de automovilistas corre la cuenta regresiva para que la UAS resuelva los ajustes que deba hacer tendientes a reducir el gasto en áreas que la sangran económica y administrativamente o bien aprenda a subsistir en la inopia presupuestal. La encrucijada de más dinero manejado con transparencia y racionalidad, o la mano menesterosa extendida para que le resuelvan crisis recurrentes.

    Es que el hecho de meter a la institución educativa en otro ciclo de confrontaciones equivale a minarle fuerzas y legitimidad frente al apremio del Gobierno federal para que la UAS deseche lastres e inercias y acceda a recursos extraordinarios que la aíslen de estrecheces financieras debido a rezagos e inequidades que ha arrastrado históricamente.

    Está bien el asomo de la era en la cual la comunidad universitaria recobra la conciencia crítica que en décadas permaneció adormilada, pero en caso de imponerse la intransigencia en los polos del diferendo le puede significar al alma máter el tardío socorro que en vez de vivificarla la extermine. No representa exageración advertir que la dispersión de los afanes en defensa de la máxima casa de estudios de Sinaloa, unos y otros con distintas consignas, perpetuará desigualdades en materia de infraestructura, calidad, investigación, cobertura y gratuidad.

    La Secretaría de Educación Pública capitalizará la división en la UAS patentizada en grandes lonas, marchas e injerencias pasistas como el gran pretexto para eludir el rescate que la casa rosalina reclama. Al Secretario Mario Delgado le es indiferente la exigencia de los jubilados, las mantas en los puentes, que renuncie o no Madueña; él atiende la encomienda de la Presidenta Claudia Sheinbaum para ajustar a las universidades públicas a formas y fondos característicos de la Cuarta Transformación.

    Inclusive el escollo mayor, que es la jubilación dinámica, dejó de ser un asunto cuya resolución dependa de la UAS y sus actuales autoridades. Tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación como el Instituto Mexicano del Seguro Social determinan la inaplicabilidad de contratos colectivos de trabajo cuando éstos reclamen prestaciones a las cuales denominan extralegales. El IMSS empezó en casa propia al establecer que sus empleados que gozan de jubilación no tienen derecho a recibir una segunda pensión por el mismo concepto.

    Mucho ojo con esto porque significa el ultimátum a darle forma a un nuevo modelo de jubilación dinámica en la UAS o bien desaparecer el actual por inviable. Por lo pronto la falta de avenencia pone en riesgo la propuesta colocada en la mesa de acuerdos de la Secretaría de Gobernación, consistente en el fideicomiso al que aporten los gobiernos federal y estatal, la UAS y los trabajadores universitarios jubilados y en activo.

    La presión financiera que la jubilación dinámica ejerce sobre la UAS es la misma que ha llevado a otras IES a finiquitar este esquema que permite a los trabajadores universitarios el retiro laboral percibiendo el 100 por ciento de su sueldo y ajustarlo a aumentos que reciben los profesores y administrativos en activo, inclusive hasta la prima vacacional.

    Por lo visto los opositores a Madueña, incluyendo entre éstos al Partido Sinaloense que tira la piedra y esconde la mano, hacen gala de disponibilidad de recursos y capacidad de movilización que ni siquiera sacaron a relucir en la coyuntura de la gran confrontación entre la Universidad, el Congreso del Estado y el gobierno de Rubén Rocha Moya. El sesgo del movimiento no en salvamento de la UAS sino para tumbar al Rector delata la alteración de la digna consigna estudiantil y laboral que exige educación de mejor calidad con libertad y democracia.

    Reverso

    Antes nos unían los puentes,

    Para zanjar todos los males,

    Hoy exhiben pleitos renuentes,

    Aferrados a barandales.

    Diciembre precario

    Mientras tanto, ayer se reunieron de nuevo el Gobernador Rubén Rocha Moya y el Rector Jesús Madueña Molina para coordinar la gestión de los recursos públicos que requiere la Universidad Autónoma de Sinaloa para el cumplimiento de diversos compromisos contractuales de fin de año y estabilizar las arcas universitarias. Realmente les queda lo que falta de noviembre para resolver lo inmediato antes de que la Federación implemente el habitual “no hay” decembrino en respuesta a tantas solicitudes de salvar finanzas en quiebra que le llegan de municipios y estados. La UAS todavía les debe a sus trabajadores la mitad de la prima vacacional de 2025 y con corte a hoy nada garantiza que les pueda pagar a tiempo el aguinaldo.