Vamos a ver en México florecer la economía en muchos rubros, para beneficio del pueblo, que por fin se decidió a establecer un cambio de política y de gobernantes.

    Hay sobradas razones para que los ciudadanos tengan una actitud de optimismo en el futuro del país. Se ha iniciado, desde el principio del presente sexenio, la construcción de portentosas obras estructurales en el suroeste del país, que van a incidir en detonar el desarrollo nacional. Hay bases sólidas para prever ese despegue. El país entra así a una fase nueva en su desarrollo y va a ser de gran impacto en el mejoramiento de la vida de la población en muchos aspectos.

    Hay un nuevo rumbo en la economía, se tiene bien definido el despegue económico del país. Esos pronósticos parten de análisis elaborados con base a la realidad objetiva. “México va a convertirse en una potencia económica”, se ha dicho desde tiempos inmemoriales por pensadores -como Humboldt -, de distintas épocas, que han coincidido en advertir el potencial económico de nuestro país. Expectativas que desgraciadamente se han malogrado, por los pésimos gobiernos que hemos padecido, excepto en contadas excepciones. La corrupción de esos malos gobernantes, el entreguismo al extranjero y la falta de unidad para defender la soberanía han estancado el desarrollo ascendente de la nación.

    Hoy, por suerte, se tiene un gobierno democrático y se están sentando las bases para el despegue económico. Vamos a ver en México florecer la economía en muchos rubros, para beneficio del pueblo, que por fin se decidió a establecer un cambio de política y de gobernantes. Es un cambio, en realidad, histórico, que representa la soberanía sobre sus riquezas naturales, mismas que por siglos habían venido siendo saqueadas por filibusteros de toda laya, en detrimento de sus propios moradores.

    Las cosas han cambiado y se van a ver resultados en bien del pueblo, que venía siendo relegado por los gobiernos vende patria, los cuales se padecieron por muchos años consecutivos. Al entrar, en 2018, un gobierno electo por el pueblo las cosas han dado un giro de ciento ochenta grados, al combatirse la corrupción y el entreguismo de los recursos de la nación. Ahora el gobierno no se dedica a robar los bienes de todos, se dedica a servir al pueblo.

    Este nuevo rumbo económico, de combinar el desarrollo con el bienestar implica en especial que haya tangible progreso para el pueblo, que por muchos años había sido defraudado. Es de suma importancia que el gobierno encabece el desarrollo sustentable del país, con el apoyo directo de la sociedad.

    Estos buenos augurios que se presagian para el futuro próximo en el mejoramiento de la economía nacional, se dan a pesar de que en el mundo hay grandes problemas, tales como una inflación galopante en energéticos y en alimentos, a causa de la guerra en Ucrania, que afecta profundamente la economía global. A pesar de este contexto anómalo, en nuestro país el gobierno hace enormes esfuerzos por contener la inflación, a la vez que no se detiene en construir infraestructura y crear condiciones de bienestar para todos.

    Los planes económicos del gobierno de la cuarta transformación caminan con firmeza, a pesar de los negros augurios de los agoreros de oposición, que desean que le vaya mal al gobierno. Pero no les han salido sus catastróficos presagios, los resultados han sido todo lo contrario. Cuando la oposición esparce la especie de que se retirarán los inversionistas extranjeros, estos llegan con más ganas a invertir, bajo regulaciones estrictas, en el país. Lo cierto es que la oposición no da pie con bola, como dice la gente, y en economía están reprobados, porque basan sus análisis en sus malos deseos, en lugar de estudiar la realidad concreta.

    El país marcha con vigor en la línea marcada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sin devaluación del peso en lo que va del sexenio, con mega obras que avanzan sin detenerse, lo que constituye un hecho inédito en la historia, dada la enorme corrupción de los gobiernos anteriores. Este contraste entre presente y pasado fortalece al gobierno actual y le brinda un masivo apoyo por parte de la ciudadanía, que ve los buenos resultados en la economía del país. No puede negarse el buen rumbo que ha venido desarrollando el presente régimen en el ámbito económico.

    No podemos los mexicanos dejar de reconocer que, por primera vez, en muchos años, en el concierto de las naciones del Orbe, México vuelve a recuperar su lugar y a ver su futuro económico con gran optimismo.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!