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AGRONEGOCIOS

Análisis inicial del presupuesto
al campo para el 2018-2023

06/08/2023 04:05

A pesar de que faltan algunos meses para la aprobación del presupuesto del 2024 (a más tardar el 15 de noviembre), que será el último de la presente administración, es un buen momento para analizar lo que ha sucedido hasta el momento con los presupuestos dedicados al campo, no solo para informar la toma de decisiones del presupuesto para el próximo año, pero también para hacer recomendaciones públicas orientados a lo que debería de proponerse a los candidatos ahora que buscan los votos de los productores para la próxima administración 2024-2030. Es importante primeramente identificar que en esta administración ha habido una reducción considerable de los apoyos al campo, pero particularmente a la agricultura comercial. El monto total dedicado al campo paso de 58,408 millones de pesos en 2018 a 49,130 en el presente año. Esto no solo es una reducción de mas de casi 10 mil millones de manera nominal, pero si ajustamos el presupuesto del 2018 a la inflación (un 26% de enero del 2018 a enero del 2023), nos arroja un real para el 2018 de 73,594 millones a precios del 2023, eso quiere decir lo que se tendría que haber incrementado para poder comprar lo mismo que en el 2018, que comparándolo de nuevo con el presupuesto de 2023 nos arroja una diferencia real de 24,464 millones de pesos. Esto es una reducción del 33% con respecto al ultimo año de la administración pasada.

El presupuesto del 2019 no fue muy diferente en cuanto a estructura al del 2019 , ya que no se pudieron hacer cambios significativos debido al tiempo que había para aprobar el nuevo presupuesto, pero con el presupuesto a partir del año 2020 (primer año que hubo cambios en los programas de la administración actual), la agricultura sinaloense recibió un duro golpe tras eliminarse los presupuestos federales para resolver problemas de comercialización, mismos que incluye la compra de coberturas y el ingreso objetivo.

Otro cambio significativo fue la desaparición de ASERCA, y la creación de SEGALMEX (una agencia independiente, pero bajo la SADER), donde esta última incorporó a Diconsa, Liconsa (provenientes de la Secretaría para el Bienestar), así como los apoyos a la compra de leche y los apoyos a los precios de garantía de los productos básicos. Con lo que se buscó regresar en parte las actividades que antes tenía la desaparecida Conasupo a la SADER mediante SEGALMEX.

También sufrieron reducciones significativas y luego desaparecieron los programas de Desarrollo Rural, Competitividad Agroalimentaria y Concurrencias, este último, imprescindible para aumentar las capacidades de los gobiernos locales para invertir en infraestructura, equipamiento, maquinaria, material biológico, paquetes tecnológicos y capacitación de acuerdo con las necesidades y prioridades de cada entidad federativa.

Además, si bien no se eliminan por completo, los apoyos a la producción y productividad agrícola se reducen al consolidarse los apoyos a la agricultura, la ganadería, la acuacultura y la pesca, cuando antes cada uno tenía su programa por separado, que sumado daba un total de 21,929 millones en el 2018 (27,630 a precios del 2023), ahora solo se tienen 1,638 millones en el 2023, para atender todas las necesidades antes mencionadas, lo que implica una reducción de 25,993 millones de pesos comparándolo con el presupuesto considerando la inflación.

El comparativo 2018 vs. 2023 es más favorable que el 2018 vs. 2022, debido al incremento significativo del programa de fertilizantes, que paso de 5,200 en el 2022 a 16,684 en el 2023. Ese programa es el que se elaboró para hacer entrega de fertilizantes en las regiones menos favorecidas ante el incremento de los insumos el año pasado, mismo que para Sinaloa se propone llevarlo a las comunidades más necesitadas como los temporaleros.

Es importante mencionar que no solo es la disminución nominal y real de los apoyos, sino la orientación de los recursos. Por ejemplo, los programas importantes: Producción para el Bienestar, el de Fertilizantes, y el de Precios de Garantía están enfocados a pequeños productores y a las regiones del Sur-Sureste, dejando fuera de la mayoría de estos apoyos a los productores comerciales.

Hay que reconocer que ha habido excepciones en las que algunos de estos programas han otorgado apoyos a los productores de Sinaloa, pero han sido por la presión social o ante las necesidades apremiantes, que como en el caso de los precios de garantía de Segalmex, o de Fertilizantes, aunque se apoye a Sinaloa, siempre se enfoca en segmentos de muy pequeños productores, dejando fuera a los apoyos a productores medianos y grandes.

No existe nada parecido actualmente al programa de concurrencias o el de Productividad y Competitividad, porque los apoyos a la inversión productiva se redujeron o desaparecieron, lo que implica que no hay apoyos para la inversión en la tecnificación de riego, la construcción de empaques, la inversión en la cadena de frío y otras inversiones productivas que son claves para que la cadenas agroalimentarias operen de manera eficiente e incrementen la rentabilidad y competitividad de los productores.

Otro rubro que también impacta en la inversión productiva es la reducción de los apoyos a fondo perdido y los apoyos al financiamiento de la actividad. Particularmente fue la desaparición de la Financiera Nacional que no se incluye dentro de este comparativo, pero que no solo se puede cuantificar en el presupuesto, pero en la derrama de capital de trabajo mediante los créditos de avío y la de inversión productiva, a través de sus agencias y la habilitación de otros intermediarios financieros que impactaban significativamente la producción y rentabilidad del campo.

Este primer análisis, nos arroja que, a pesar de las promesas de campaña, se han reducido los apoyos al campo, esto no fue evidente en los períodos del 2020-2022 porque se tuvieron buenos precios internacionales de los productos básicos, pero ahora que por un lado los precios de los insumos subieron significativamente, y que los precios internacionales bajaron (más aún con un tipo de cambio bajo), los precios pagados a los productores bajaron significativamente.

Ahora esa baja de presupuestos y la desaparición de las herramientas necesarias para atender los problemas de comercialización se hace evidente, porque no hay recursos o manera de hacerse de un mayor presupuesto para atender, o mejor aún, haber previsto esta problemática, asegurando un mejor precio antes de la caída. Este efecto conjunto podría llevar a muchos productores (principalmente aquellos que no reciben los apoyos de SEGALMEX o el Gobierno del Estado) a tener perdidas en esta temporada, lo que podría tener fuertes repercusiones en la derrama económica de la región y particularmente en las familias de los productores.

Es por lo tanto muy importante que los aspirantes presidenciales, tengan empatía ante la grave crisis que tenemos por delante, que no solo propongan revertir la caída del presupuesto, pero estructuren una serie de herramientas que den certeza a los productores en su comercialización, para que puedan tener la información necesaria para tomar sus decisiones de producción, que impulsan y detonen el crédito al campo, que mejoren la provisión de bienes públicos que son necesarios para las sanidades y la inocuidad, que mejoren la cadena de frío para reducir las perdidas de alimentos, mejorando así el suministro de alimentos sanos y saludables a toda la población, por lo que seguiremos presentando algunas de estos análisis y de propuestas en estos meses que nos preparamos para las próximas elecciones.