"La familia de Carmen aún espera encontrarla; comenzarán un año sin ella"

CULIACÁN._ Comienza un año de propósitos renovados y nuevas metas para miles de ciudadanos de Culiacán, pero para los hermanos Víctor y Bianca Paloma, de 18 y 3 años, respectivamente, empieza un año sin su mamá Carmen, quien fue arrastrada por el arroyo El Piojo durante la tormenta 19-E, el pasado 20 de septiembre.

Carmelita, como la llamaban de cariño, vivía en la Colonia 6 de enero y compartía vivienda con sus hermanos Manuel Ángel, quien es albañil; y Jesús Víctor, que trabaja en un hotel en el turno de la noche.

Vivía en la pobreza, con carencias.

Era ama de casa. Lavaba, planchaba y cocinaba todos los días, mantenía su casa limpia y por ratos se iba a casa de doña Rosa, con quien tenía amistad. A ella le ayudaba con los quehaceres de su casa a cambio de algo de dinero, relató su hermano Manuel Ángel.

Ven heroísmo en Carmen y Andrea; por salvar una vida, las arrastró la corriente

Ambas fueron arrastradas por la creciente del arroyo y la inundación la mañana de aquel jueves 20 de septiembre al intentar resguardarse. Con ellas también desapareció Andrea, una joven madre que les ayudaba a ponerse a salvo.

Sin embargo, Andrea y Rosa sí fueron encontradas sin vida unos días después por los cuerpos de rescate, que realizaron la búsqueda desde el arroyo hasta la presa Derivadora, pero de Carmen solo quedó el recuerdo pues hasta el momento no ha sido localizada.

Su familia decidió guardarle luto, lo hicieron con un altar dentro de su casa, adornado con fotografías de ella y veladoras encendidas, con la esperanza de que algún día la encuentren.

“Sí la extrañamos en veces, aparte de que no la encontraron”, comenta Manuel Ángel.

Tras ese día, sus hermanos continúan con su rutina diaria. Salen a trabajar, regresan, hacen los quehaceres y recuerdan mantener encendidas las veladoras, pues lo único que tienen de ella son sus fotografías.

Su hija Paloma se fue a vivir a casa de su papá Isaac, en la Colonia Villa Bonita, pero regresa periódicamente a casa de sus tíos para verlos y pasar tiempo con ellos.

Al inicio fue más difícil porque la niña preguntaba por su mamá, la casa olía a humedad y las marcas en la pared ilustraban nuevamente el momento en que el agua se metió a su casa y la de los vecinos, y se llevó sus pertenencias y recuerdos.

Manuel Ángel recuerda que tienen que sacar a pasear a la niña para que se distraiga y no reviva esos momentos.

En Navidad no hicieron nada, una prima hizo barbacoa y les llevó comida; en Año Nuevo será igual, pero el 1 de enero sí esperan ver a la pequeña Paloma.

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El día de la tragedia

Las lluvias del 20 de septiembre alcanzaron los 235 milímetros, inundaron a más de 100 colonias y afectaron a cinco sindicaturas y 11 municipios de Sinaloa.

El Ejército implementó el Plan DN-III en varios sectores de la ciudad y se pidió al Gobernador Quirino Ordaz Coppel la declaratoria de emergencia para atender la situación.

Cientos de familias de diversos sectores de Culiacán perdieron sus pertenencias, sus casas quedaron bajo el agua.

Tres mujeres, Andrea, Rosa y Carmelita, fueron arrastradas por la corriente del arroyo El Piojo en la ciudad.

Un total de 52 elementos policiales, 25 elementos de Protección Civil, cinco rescatistas acuáticos, 10 patrullas, 12 motos, dos ambulancias, una lancha y 50 cadetes, formaron una brigada para buscarlas durante más de 30 días.

Andrea fue encontrada en el Río Culiacán cuatro días después de la tormenta y Rosa hasta el 6 de noviembre, también en el Río Culiacán.