‘No perdió la pelea, la regaló’: Julio César Chávez defiende a su hijo tras derrota ante Jake Paul
Julio César Chávez Jr. volvió a los encordados tras más de un año de inactividad, enfrentando a Jake Paul en Anaheim. Si bien la pelea concluyó con una derrota por decisión unánime (99-91, 98-92, 97-93), para su padre, el gran Julio César Chávez, el resultado deportivo quedó en segundo plano: lo más importante fue ver a su hijo sobrio y luchando otra vez.
Desde las gradas, el “César del Boxeo” acompañó de cerca el combate, mezcla de apoyo y frustración por la poca agresividad del Junior en los asaltos iniciales. “No perdió la pelea, regaló la pelea... los últimos rounds los ganó mi hijo”, declaró tajante tras el combate, reconociendo que la falta de ritmo fue determinante, pero resaltando su cierre competitivo.
Las estadísticas reflejaron la diferencia: Paul promedió 48 golpes lanzados por round, con 14 conexiones, frente a los 15 intentos y seis impactos del mexicano. El bajo volumen ofensivo de Chávez Jr. condicionó el desarrollo, aunque dejó algunos destellos en los asaltos finales.

Sin embargo, la lectura del padre fue emocional y personal: “Después de venir de unos años tan difíciles... el hecho de subirse al ring es ya una victoria. Está limpio, está bien, y eso es lo más valioso”.
En sus palabras, el combate más importante —el de las adicciones— está siendo ganado día a día.
Jake Paul, por su parte, capitalizó su continuidad y condición física, imponiendo el ritmo durante gran parte del combate. Aun así, en el ambiente del Honda Center, la historia no fue solo deportiva, sino profundamente humana.