Siete escritoras hablan sobre la experiencia poética
Sobre los procesos creativos en donde nacen sus inspiraciones, charlaron siete escritoras en la mesa conversacional “La experiencia poética: maneras de escribir un poema”, dentro del Encuentro de Literatura Inés Arredondo.
En el segundo día de actividades del evento que se lleva cabo como parte del Festival Cultural Sinaloa, coincidieron Ana Belén López, Gloria Manyula, Roxana Xamán, Jox Castelo, Dheyna Brito, Elena Méndez y Silvia Michel, moderadas por las escritoras Claudia Islas y Cesia Moreno, quien comentó que usualmente son partícipes de la poesía para dialogar de los libros.
Claudia Islas señaló que era un placer ver a tantas mujeres talentosas reunidas alrededor de la poesía para acto seguido, invitarlas a compartir con el público que llenó el espacio sobre la pregunta “¿desde dónde viene su poesía?”
Dheyna Brito, quien desde niña fue una lectora “voraz”, dijo que siempre se ha sentido escritora y que todos tienen el derecho a ser escritores.
Sobre su poética, la cual define como disruptiva, la inspiran sus amigas y las mujeres escritoras de su alrededor y como ejemplo de su obra, leyó uno de sus “poemínimos”.
Silvia Michel, por su parte, crea poesía desde la mujer que está en el camellón vendiendo chicles.
“Creo la poesía a partir de las expresiones, de las palabras, me asumo como poeta y me da coraje a mis 50 años, no haber escrito más poesía por estar haciendo otras cosas”, compartió antes de dar lectura a su poema “Acantilado”.
Para Elena Méndez, autora del poemario “Clandestina”, editado por el Isic, señaló que son parte de una sociedad y un contexto donde la mujer es tachada de loca y en la que escribir es, en su caso, un acto de rebeldía. La autora dio lectura a su poema “Frente a la diosa rubia”.
Roxana Xamán señaló que escribir es una provocación, y ser poeta no es lo importante, escribir un poema, sí lo es, como importante es el pensar en la materialidad del poema y en la forma en cómo va a circular.
En su caso, la poesía le sirve para vincularse con otras personas, y como ejemplo, dio lectura uno de sus textos, titulado “Palestina-Israel”, que escribió a una amiga.
Gloria Manyula señaló que escribir poesía es descubrir a otros, pero también descubrirse a ella misma, es un acto confesional, sacar lo más íntimo que tiene la persona a través de la escritura y ella lo hace sobre los duelos, desde las maternidades; la escritura y la poesía las siente como un refugio, una forma de fluir, de sacar lo que trae dentro.
La escritora mazatleca Ana Belén López, quien se asume como poeta, pero le ha costado trabajo llamarse de esa forma, habló de siete momentos que la han llevado a escribir poesía, como lo son la palabra, el lenguaje, la imagen, la luz, la sonoridad, la intuición y el impulso.
“Me impulsa ante todo el deseo que mueve todo, el deseo de vivir, de reunir poemas en un libro y de publicar para que lleguen a otros”, señaló.
Jox Castelo confesó que le cuesta mucho asumirse como escritora, aun cuando la escritura es su lugar seguro. Sobre su poesía, dijo que nace de la tristeza y la rabia.
Las siete poetas participantes en la conversación, que se llevó a cabo en el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, coincidieron en la función social que tiene la poesía como todo objeto de arte.
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