Alejandro Fernández ‘le baja las estrellas’ a La Laguna

Alejandro Fernández deslumbró a 6 mil personas que se dieron cita en el Coliseo Centenario, la noche del viernes, al brindar durante dos horas un ameno repertorio musical y de su más reciente álbum Hecho en México, dejando en claro las raíces mexicanas que lo han acompañado a lo largo de su fructífera carrera musical.

En punto de las 22:14 horas, el escenario fue iluminado para dar inicio a la velada. Ataviado en un impecable traje de charro color negro, con adornos dorados y moño rojo “El Potrillo” dio rienda suelta a la abarrotada noche, por lo que los gritos, silbidos y piropos no cesaron, al mismo tiempo entre los aplausos de los asistentes.

El cantante se inclinó para agradecer y saludar a su público, y de esa manera abrir su concierto acompañado de sus músicos, coristas y mariachi con el tema Tantita pena y Es la mujer, en medio de una majestuosa escenografía, compuesta por un elegante candelabro simulado por una serie de sogas que cubría el techo de forma estupenda, difundió milenio.com.

Homenaje a Vicente Fernández

Ante la euforia de sus seguidores, se quitó el sombrero y expresó, “con esta canción vamos a recordar al viejón”, dijo previo a interpretar Estos celos, haciendo un tributo a su padre, Don Vicente Fernández.

“Esta noche los invito a que la música sea nuestra medicina que nos de alegría, gracias Torreón”, expresó el cantante.

Luego interpretó Estuve, Hoy tengo ganas de ti y Unas nalgadas, que fueron entonadas por el público al unísono con su artista favorito, quien fue mostrando esa complicidad única a lo largo de la velada.

Incluyó en su repertorio algunas melodías que ha hecho en colaboración con los cantantes más jóvenes del momento, como fue Amor tumbado con Natanael Cano y Más no puedo, junto a Christian Nodal.

Luego Mátalas, No lo beses y en el centro del escenario, entre la armónica y la guitarra, echó a volar el sentimiento con los temas Por tu adiós, Eso y más, En la mesa 20, Duele, Sé que te duele, Te voy a perder, Te olvidé y Decepciones.