Disfrute Imala y su rico recorrido gastronómico

Si esta Semana Santa es de las personas que decidió quedarse en la ciudad para disfrutar de la paz y la tranquilidad que ofrecen estos días donde muchos optan por irse a la playa o viajar a otra ciudad, una buena opción para relajarse es Imala, donde además de sus atractivos turísticos, lo que también se disfruta es su gastronomía local.

Ubicado a solo 25 minutos de la ciudad, Imala tiene mucho que ofrecer al visitante, para llegar a esta comunidad rural, basta con seguir la ruta rumbo hacia el fraccionamiento Los Ángeles, de ahí en adelante solo serán 25 kilómetros de recorrido disfrutando de sus verdes paisajes, pero no solo eso, también tendrá la oportunidad de un sin fin opciones gastronómicas a lo largo del camino, desde restaurantes de comida, puestos de pan, cocos, tamales, quesos, de los cuales aquí se mencionarán, haciendo su trayecto más delicioso, donde el único pecado será la gula.

Un buen desayuno

Si emprende su viaje a Imala y no ha desayunado, una buena opción es comenzar por el Restaurante La Limita, el cual tiene 10 años de haber nacido, brindando una experiencia gastronómica exquisita, ofreciendo platillos 100 por cientos regionales.

Aquí puede empezar con un buen cafecito de olla, acompañado de una conchita recién horneada o coricos, y un menú con platillos a base de machaca, chilorio, chorizo, tamales, y mucho más, todo con un sabor sinaloense, sin olvidar que todos los platillos son servidos con tortillas al comal. ¿A poco no se le antojó?

Pero en cambio, si es de los que prefiere seguir de frente, por el camino encontrará varias opciones para ir abriendo el apetito hasta llegar a Imala, una de ellas son los cocos de don Irineo Rodríguez, quien a la orilla de la carretera tiene un pequeño puesto desde hace seis años, donde prepara buenos cocos, tiernos o sazones, como usted lo prefiera, con harto chilito, sal, limón y tajin, sin olvidar el agua fresca para calmar la sed, y no precisamente de la mala.

Pan recién salido del horno y algo más

Continuando con la ruta llegará a Las Aguamitas, en donde encontrará el puesto de pan de la señora María Ortiz Rivera, donde amablemente lo atenderá ofreciendo a la venta pan de mujer, coricos, pinturitas, capirotada, empanadas de cajeta y de guayaba, conchas, pero eso no es todo, también podrá encontrar tortillas de harina, tamales de puerco, piña, elote, pollo y elote con rajas, así como machaca, todo a precios bastante accesibles, para calmar ese antojito de pan caliente recién salido del horno.

Tras varios minutos después de sol, asfalto, y mucha vegetación, por fin habrá llegado a Imala, y una manera de empezar a disfrutar esta pintoresca población, es acercarse al puesto de carnitas y chicharrones de Adela Reyes, justamente a unos cuantos metros de la entrada al pueblo, aquí ella se los sirve con tortillas al comal recién hechas, calientitas, para disfrutar un buen taco de carnitas o chicharron bañados en una picante salsa, sin olvidar el limón.

Ahora bien, si lo que gusta es algo más ligero, pero igual de rico, la opción es ir a los raspados de Sugey, uno de los puestos más antiguos ubicados a un costado de la iglesia, uno de los principales atractivos turísticos del pueblo la cual data del siglo 19.

Sugey le ofrecerá raspados con las opciones a elegir en piña, vainilla, ciruela, manzana, durazno, leche quemada, tamarindo, mango, coco, pero también podrá encontrar tostilocos, cevichurros, fresas con crema, esquites, cacahuatadas, tostiesquites, y mucho más, todo a precios accesibles.

Ahora bien si lo que desea es algún snack preparado con camarones, la opción es llegar al puesto La Pasadita de Imala, donde podrá degustar de cocos con camarón, coco loco, mariscoco, coco con aguachile, ceviche y coctel de camarón, entre otras cosas,

Además de estos tradicionales puestos de snaks, Imala cuenta con varios restaurantes locales ofreciendo un amplio menú campirano, capaz de satisfacer cualquier paladar, haciendo uso de productos que ellos mismos preparan, como la machaca, el chorizo, las asaderas, requesón y mucho más.

Uno de ellos es el Imalazo, el cual tiene apenas dos años que abrió sus puertas al público, ofreciendo desayunos, comidas y mariscos, con un menú con platillos como gorditas, tostadas, tacos de camarón, tacos dorados, guisos a base de machaca, chorizo, huevos al gusto, chilorio, chicharron, entre otros.

Su barra de mariscos ofrece ceviche, aguachile normal y mixto, cocteles, molcajetes, charola de mariscos, tostadas y mucho más. generalmente atiende de lunes a sábado de 8:00 a 16 horas, y domingos de 8:00 a 17:00 horas.

Otra opción es visitar el restaurante de Don León, uno de los primeros restaurantes en abrirse al público hace casi 20 años, con un menú igualmente campirano, regional, conformado por huevos al gusto, bistec ranchero, hígado encebollado, los únicos en ofrecer la campechana sinaloense compuesta por machaca, chorizo y chilorio, con una opción vegetariana hecha de ejotes, nopales, y colache, también hay chilaquiles, quesadillas, gorditas rellenas, tamales, todo con el sabor original del abuelo Don León.

Cabe destacar que aquí también le venden productos elaborados por ellos mismos, desde chorizo, hasta chilorio, machaca, y asaderas. Además de estas dos opciones, también están los restaurantes El Pueblito, La Imaleña, entre otros.