Viene Tesla. Habrá más trabajo, pero NL sufre de crisis hídrica
MÉXICO._ Por un lado, se abre a inversiones millonarias del sector automotriz como la de Tesla en Nuevo León durante su transición hacia la electromovilidad. Pero, por el otro, arriesga la disponibilidad y la no contaminación de sus acuíferos sobreexplotados para la fabricación de vehículos con baterías de litio que, en su mayoría, serán exportados hacia Estados Unidos, expusieron analistas consultados.
“México entra ya en la nueva tecnología automotriz, este cambio se está dando en el mundo y se va a dar con México o sin México, qué bueno que está siendo con nosotros. Esta confianza atraerá más y mejores inversiones de otros sectores”, dijo en entrevista José Zozaya, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Después de 14 meses de negociación con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y dos reuniones virtuales con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el dueño de Tesla, Elon Musk, acordó la instalación de una gigafactory en Santa Catarina con una inversión inicial de 5 mil millones de dólares (la mitad de lo gastado en la refinería Dos Bocas), que generará 35 mil empleos y que se sumó a la inversión de 800 millones de dólares anunciada en febrero por el grupo alemán BMW para una planta de baterías en San Luis Potosí.
La llegada de Tesla, que ya tiene gigafactories en Estados Unidos, China y Alemania, se da bajo la condición de utilizar aguas tratadas en la fabricación al ubicarse en una zona semidesértica vulnerable a las sequías prolongadas. Agua y Drenaje de Monterrey carece de una red suficiente de distribución de aguas tratadas y la mayoría se vierte en el río Pesquería, por lo que se espera que la armadora cuente con su propia planta tratadora, dijeron los especialistas. Por su parte, para garantizar el acceso al consumo humano considerando que la población aumentará por la llegada de inversiones, el Gobierno federal está invirtiendo en la presa Libertad y en la construcción del acueducto El Cuchillo II.
“Se va a establecer la planta en Monterrey [Santa Catarina] con una serie de compromisos para enfrentar el problema de la escasez de agua”, dijo el Presidente López Obrador esta semana.
“Esto va a significar una inversión considerable y muchos, muchos empleos [...] Sin subsidios, las ventajas comparativas de México son únicas en el mundo [mano de obra calificada y más barata que en EU]”, añadió.
Este miércoles, López Obrador abundó en que hay la posibilidad de la instalación en Hidalgo de una planta de baterías de litio, cuya extracción en arcilla demanda grandes volúmenes de agua. A su vez, el magnate Elon Musk confirmó ante sus inversionistas la gigafactory en territorio nacional, que complementará la producción de vehículos de última generación en sus otras plantas en el mundo.
“Este es probablemente el anuncio más importante del día. Estamos emocionados de anunciar que vamos a construir una gigafactory en México [donde hay 127 proveedores de Tesla]”, dijo Musk entre aplausos en el Investor Day celebrado en Austin, Texas, adonde acudieron por invitación el Gobernador de Nuevo León Samuel García y la subsecretaria de Cancillería, Martha Delgado, clave en las negociaciones desde 2021 con Tesla.
El principal argumento del Gobierno federal para que Tesla se instalara en el sureste es por la crisis hídrica del norte mexicano. Aunque menos que la agricultura, la fabricación de autos eléctricos demanda agua (tratada), al igual que la explotación de litio, clave para la electromovilidad.
Una gigaplanta de Tesla, de acuerdo con otras ciudades donde ya opera, requiere 0.044 m3/s frente a los 12 m3/s de capacidad de tratamiento de Agua y Drenaje de Monterrey, planteó Antonio Hernández, biólogo y activista ambiental de la entidad, la cual padeció desabasto de agua de marzo a agosto del año pasado por las presas semivacías y este 2023 está comenzando otra vez con tandeos. Las cifras exactas se sabrán cuando Tesla presente la Manifestación de Impacto Ambiental a la Secretaría de Medio Ambiente.
“Efectivamente hay agua tratada para que Tesla opere en Monterrey. Aquí el detalle es que esa agua tratada que genera Agua y Drenaje de Monterrey se va al río Pesquería, al norte de la metrópoli, no está disponible para usarse; la red de distribución de agua tratada es insuficiente”, dijo Hernández.
Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje de Monterrey, ha comentado que una red de distribución de aguas tratadas de al menos 3 mil kilómetros implicaría un costo de 30 mil millones de pesos. El Plan Hídrico de Nuevo León 2050 documenta que en las 54 plantas de tratamiento de aguas residuales municipales se trata 11.75 m3/s y en las plantas de tratamiento de aguas residuales industriales se trata 2.94 m3/s.
Pero el representante de la industria automotriz José Zoazaya agregó un factor: “Todas las empresas armadoras que operan en México son autosustentables porque tienen sus plantas de tratamiento; no le quitan a las poblaciones. Es importante que se haya convencido a Tesla de venir a México y que se le imponga que el agua que se destine a la planta no vaya a ser en detrimento de la población que vive alrededor”.
Al planearse la operación de Tesla en el municipio de Santa Catarina, al poniente de Monterrey, el activista Antonio Hernández advirtió que –de no usarse agua tratada como se acordó– presionará el acuífero Campo Topo Chico de donde consume agua la zona metropolitana, y donde Conagua prohibió la excavación de nuevos pozos de agua salvo para consumo humano pues hay bajos niveles de humedad.
Y eso sólo para la fabricación de vehículos, que necesitarán baterías de litio. La semana pasada, MiningWatch Canada y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) documentaron que casi un cuarto de los proyectos de litio en exploración en México, tres privados y los de prospección del Sistema Geológico Mexicano en 82 localidades, están en zonas de riesgo hídrico extremadamente alto, principalmente los situados en Chihuahua y en la zona fronteriza entre San Luis Potosí y Zacatecas. Y el 47 por ciento se encuentra en acuíferos sobreexplotados, por lo que de hallarlos rentables y comenzar la fase de explotación “se podría agravar drásticamente” la crisis hídrica.
En todos los sitios explorados por el Sistema Geológico Mexicano se identificaron sedimentos arcillosos continentales, un tipo de depósito que requeriría una tecnología costosa y demanda más agua que si estuviera en salares.
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