|
"ZONA AMENAZADA"

"Isla de Venados: una historia de invasión y resistencia"

"Desde sistemas eléctricos artificiales, incendios provocados, contaminación o hasta intentos por venderla, la ínsula ha sido amenazada por actividades humanas que ponen en riesgo la preservación de su flora y fauna"
12/04/2018 10:02

La Isla Venados del puerto de Mazatlán ha estado en el ojo de la polémica los últimos días, ante una nueva intervención de la mano de los seres humanos. Este 7 de abril inició la construcción de un sistema de iluminación con la finalidad de alumbrar la ínsula durante el Tianguis Turístico 2018, que arranca el próximo domingo y concluye el miércoles. Todo con meros fines paisajísticos.

Junto a las islas de Lobos y de Pájaros, la Isla Venados forma parte del conjunto de las Tres Islas, que funcionan como una barrera de contención natural de la bahía mazatleca, y complementa de manera armónica el paisaje marino más reproducido de nuestro puerto.

Declarada un área natural protegida desde 1978, no es la primera vez que este ecosistema enfrenta amenazas externas, sobre todo por la acción de los seres humanos: desde haber sufrido incendios provocados, la introducción de fauna extraña o hasta los intentos por convertirla en una mercancía, son sólo algunos de los "enemigos" que ha tenido que enfrentar la también conocida como "Isla de Enmedio", que en tan solo 54 hectáreas alberga 126 especies de vegetación y 59 especies de aves, 15 de ellas utilizan a la isla para su anidamiento.

Para empezar, diremos que la idea de iluminar las Tres Islas no es original, sino que ya hubo un presidente municipal en los setenta impulsó un sistema de alumbrado para resaltar el paisaje del paseo costero.

 

De cuando se iluminó la isla por primera vez

Siendo alcalde el ingeniero Mario Arturo Huerta Sánchez (1972-1974), el Gobierno del Estado financió la instalación de alumbrado mercurial desde avenida Olas Altas y hasta la playa del Camarón, con lo que la gente de Mazatlán empezó a organizar fiestas y picnics en las playas iluminadas por las noches. En ese contexto, se incluyó la instalación de electricidad e iluminación a las Islas de Lobos y Venados, "conformándose una vista espectacular por las noches que gozaban los turistas desde los hoteles".

En sus memorias, publicadas en Noroeste, Mario Huerta evoca: "Los pilotos de los vuelos nocturnos, antes de aterrizar y después de despegar, conducían los aviones a rodear las islas para satisfacción de los pasajeros que disfrutaban el espectáculo.

Años después, el 2 de agosto de 1978, la Isla Venados, como todas las islas de Sinaloa, se incluyeron en el catálogo de islas protegidas del Golfo de California por su gran riqueza en biodiversidad, y por ser el hábitat o lugares importantes de descanso de aves en peligro de extinción, así como por su abundante vegetación, que incluye especies endémicas de la región.

A diferencia de lo ocurrido en los años setenta, hoy en día la iluminación de la isla ha despertado el enojo de los ciudadanos, interesados en la preservación del medio ambiente y que han conformado el movimiento Mazatlán Consciente.

 

El día en que incendiaron la isla

De las Tres Islas, la de Venados es la más visitada por contar con una superficie de arena que da lugar a la presencia de bañistas, quienes pueden disfrutar de actividades como paseos en kayak, el buceo en la zona de arrecifes y el senderismo en la parte alta.

Pero la presencia de turistas, aunque no se ha dado en forma masiva, representa una amenaza más ante la acción irresponsable de algunos visitantes, sobre todo tomando en cuenta, que no se ha dado cumplimiento con el plan de manejo regulatorio para la preservación de este ecosistema.

Una muestra de ello ocurrió el 11 de junio de 2012. El periódico Noroeste informó del incendio, al parecer provocado, en la Isla de Enmedio. En ese momento, el único habitante que tenía la Isla, Eduardo Arvizu, hizo el reporte a las autoridades, y aseguró que los causantes fueron dos jóvenes que arribaron en un kayak y se dirigieron a la parte alta del acantilado.

"A las 14:42 horas, personal del Escuadrón de Salvamento Acuático Municipal reportó el hecho y dijo que al parecer decenas de chivos se encontraban en la parte alta de la isla intentaban huir del fuego que arreciaba", se podía leer en la nota informativa.

Intervinieron elementos del cuerpo de salvavidas, que notificó a Capitanía de Puerto. Finalmente, policías municipales entregaron a los sospechosos, que fueron repudiados por los mazatlecos y recibieron el calificativo de "júniors" inconscientes.

 

Fauna exótica contra especies nativas

En las islas de México, son comunes los casos en que especies exóticas se adaptan a los ecosistemas y depredan a las especies nativas de flora y fauna, incluso hasta provocar su extinción.

Todavía hasta años recientes, la presencia de un rebaño de cabras en la Isla Venados significaba un riesgo para la vegetación del lugar. Al parecer, estos animales fueron llevados por personas desconocidas con el objeto de criarlos para su comercialización.

No fue sino hasta 2014 y 2015, cuando la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) se propuso erradicar a estos animales, extrayendo en ese momento 27 ejemplares vivos, que fueron trasladados al puerto de Mazatlán para ser donados a comunidades costeras como pie de cría.

A la par, se desarrollaron trabajos para erradicación de conejos en la Isla Pájaros. Aunque en un recorrido en esta semana, Noroeste constató que no ha regresado la presencia de estos animales exóticos, los investigadores Alberto Piña-Ortiz y José Alfredo Castillo-Guerrero señalan que es necesario mantener un plan de monitoreo para evaluar el impacto de los daños provocados por actividades antropogénicas, y evitar nuevas introducciones de fauna nociva que ponga en peligro las especies originarias del lugar.

 

Tres Islas, a la venta por Internet

Llama la atención un caso registrado en noviembre de 2013, donde supuestos dueños alegaron la propiedad privada de las Tres Islas. Aunque sonó a vacilada, las pusieron a la venta en un portal de Internet por 144 millones de dólares. El anuncio provocó indignación entre los mazatlecos quienes criticaron fuertemente el que se pretendiera comercializar con los recursos naturales del municpio.

Ignorando los decretos que las declaran como áreas de refugio de flora y fauna, los presuntos propietarios aseguraban en tal anuncio que la superficie a vender alcanzaba las 118 hectáreas, entre las islas de Lobos, Pájaros y Venados, siendo esta última la de mayor acceso al público y la que, por sus características, se facilita la presencia de actividades humanas.

El entonces director de Ecología municipal, Ángel García Contreras, explicó que los dueños se amparaban en escrituras de la época de Benito Juárez. Sin embargo, la Constitución de 1917 promulgó que islas, callos y arrecifes son propiedad de la nación, así que se descarta la posibilidad de su venta.

Ante la controversia por la nueva iluminación de la Isla Venados, el delegado de Semarnat, Jorge Abel López Sánchez, descartó que se trate de un intento de privatizar las islas.

 

Una ola de contaminación

Como todo ecosistema marino, la Isla Venados a sólo cinco minutos en lancha de la bahía, es sensible a la contaminación generada en las playas. Tomando en cuenta que según datos de Servicios Públicos, durante los días de mayor afluencia en la Semana Santa se generaron 60 toneladas de basura, adicionales a las 600 toneladas que diariamente se recogen en las calles del municipio. Sin embargo, ha habido otros años, como en 2010, cuando los vacacionistas dejaron alrededor de 150 toneladas tan solo en la franja turística, lo que incluye principalmente colillas de cigarro, plásticos PET, Unicel y bolsas de plástico, materiales que dañan la fauna marina y no son biodegradables.

 

 

A la defensa del medio ambiente marino

Ante el resurgimiento de intervenir en la Isla Venados con fines meramente ornamentales, como lo ha reconocido el Gobierno del Estado a través de su secretario de Obras Públicas, Osbaldo López Angulo, ambientalistas y ciudadanos preocupados por el medio ambiente formaron el colectivo Mazatlán Consciente, que ha empezado a exigir transparencia en los proyectos de obras públicas que signifiquen el riesgo de dañar al medio ambiente, como en este caso la Isla Venados y su proyecto de iluminación.

Las imágenes del 7 de abril con el buque Tres Marías encallado en la Isla, y los trabajadores descargando el material para la iluminación, aunque se hará con un sistema de celdas solares y con las condicionantes de los permisos ambientales, causaron indignación una vez más al ver que se invade un área natural protegida para fines de embellecer el paisaje.

"En lugar de valorar la gran riqueza que tenemos con tantas especies de flora y fauna, no se les ocurre otra cosa más que el paisajismo", comentó Francisco Farriols, uno de los activistas que integran este movimiento, que además de oponerse al sistema de alumbramiento de la isla, exigen mayor transparencia y un plan de manejo efectivo para preservar este ecosistema, tan importante para los mazatlecos.