Obispo de Mazatlán llama a vivir en caridad y esperanza en Pascua
El Señor ha vivido en plenitud y todo su ser fue para los demás, todas sus acciones y palabras buscaban la dignificación y la salvación de los hombres y mujeres, siempre pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el espíritu del mal, manifestó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, al oficiar la misa del Domingo de Pascua en la Catedral de este puerto.
“Fue constante y fiel en su generosidad y entrega, y en la cruz culminó lo que fue la vivencia de toda su existencia. Nadie tiene amor más grande sino el que da la vida por sus hermanos”, enfatizó Monseñor Espinosa Contreras ante decenas de fieles y religiosos en la eucaristía celebrada a las 9:00 horas, donde se recordó que, tras su pasión y muerte en la cruz, Jesús resucitó al tercer día como lo había dicho, venció a la muerte y subió glorioso al cielo.

“Por haber sido una ofrenda para la humanidad, cumpliendo esmeradamente la voluntad de su Padre, Cristo aniquiló el pecado, venció la muerte y resucitó para vivir por siempre. Al fin será la paz y la corona, los vítores, las palmas sacudidas y un aleluya inmenso como el cielo para cantar la gloria del Mesías. Resucitó mi amor y mi esperanza, el sepulcro abierto y vacío nos pregona que han triunfado la vida y el amor de Jesús y con sus glorias a María Magdalena, a los peregrinos de Emaús, a Tomás y a los apóstoles, los discípulos recobraron los ánimos, se les abrieron los ojos y evidenciaron que la vida , persona y enseñanzas de Jesús eran verdad y una verdad fuera de toda duda”.
Añadió que más aún clarificaron que Él era verdaderamente el hijo del Padre Dios y que sus palabras eran palabras de vida eterna y entendieron la donación del Señor, el sentido de su pasión y de su cruz, que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere queda infecundo, pero si muere dará fruto abundante.

“Cristo nos ha dado vida y vida en abundancia. Cristo vivió, murió y resucitó para contarnos de vida y nosotros debemos inspirarnos en él para dar nuestra vida asumiendo que nuestra realización y plenitud se alcanza en la entrega sincera a los demás”, reiteró el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa.
Entre otros puntos, recalcó que la caridad es verdaderamente el corazón de la Iglesia Católica y a los presbíteros se les ha insistido que educar en la práctica de las obras de misericordia espirituales y corporales, que son manifestaciones de amor, constituyen una prioridad pastoral y es un signo de vitalidad de la comunidad cristiana.

“Todos nosotros, de manera especial los pastores de la Iglesia y los consagrados, debemos promover las obras de misericordia. Les recuerdo, las obras de misericordia espirituales son enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca, perdonar las ofensas, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de nuestros prójimos, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.
“Y las hermosas prácticas de misericordia corporales son visitar a los enfermos, dar de comer al necesitado, dar de beber al sediento, dar hospedaje al peregrino, vestir al desnudo, socorrer a los presos, acompañar piadosamente el funeral de los difuntos”.
Pidió a Dios nuestro Señor que todos nosotros estemos manifestándonos como una iglesia samaritana grande en amor y en caridad.

“Ante nuestro Salvador resucitado ruego que todos nosotros optemos siempre por la vida, por el respeto de la persona humana, por su integridad, por su servicio, que seamos honestos y bien intencionados y que Cristo resucitado, en este año santo renueve nuestros corazones y nos llene de entusiasmo para proseguir en camino de nuestra vidas dejándonos, ofreciendo el bien a los demás, siendo peregrinos de la esperanza hasta que su resurrección sea también nuestra.
“Jesús nuestro amor y nuestra esperanza ha resucitado y vive y reina glorioso, la muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo. Les deseamos a todos felices Pascuas de Resurrección”.