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PANDEMIA

Raymundo, delicado por el Covid-19, agoniza en la camioneta, mientras su hermano busca que lo atiendan en el IMSS de Mazatlán

A más de 33 grados, está Raymundo sin fuerzas, le cuesta respirar, y su hermano Fernando pide a los médicos que lo canalicen, pero no pueden darle socorro porque no hay camas disponibles

“Traigo a mi hermano para que me lo atiendan”, dice desesperado Fernando Gurrola Peña, a una de las trabajadoras del Instituto Mexicano del Seguro Social. Ella le dice que se calme, que están viendo la manera de atender a su familiar, pero de momento, no se sabe si hay una cama disponible para él.

Así como Raymundo, hermano de Fernando, a las afueras del área de Urgencias está una ambulancia con un paciente dentro recibiendo oxígeno, no hay espacio ya para que entren al nosocomio del IMSS, y están a la espera solamente.

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Fernando habla con la prensa, señala que está a la espera de que su sobrino, hijo de Raymundo, hable con el personal del IMSS, ya que él trabaja en Culiacán en esta dependencia federal, parece ser que esa es la única forma en la que su padre será atendido.

Fernando le pide a la enfermera le permitan bajar a su hermano de la camioneta, ya que se insolará adentro, sin embargo, la trabajadora del IMSS le dice que no lo baje, dado que no hay seguridad de que vaya a ser atendido, además, no cuentan con una silla de ruedas para él, en ese momento, Fernando se dispone a hacer las llamadas correspondientes para que le presten una.

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Molesto y preocupado por su hermano, Fernando sostiene que Raymundo está así luego de haberse vacunado desde hace dos semanas contra el Covid-19.

“Desde que se vacunó hace dos semanas está así, pero ahora empeoró y estamos hablando con su hijo para que lo atiendan, estamos esperando, pero al menos quiero que me lo dejen pasar, se va a insolar ahí en la camioneta”, dice desesperado.

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Raymundo está en la camioneta jadeando el poco aire que puede, Fernando continuamente lo revisa para ver cómo sigue, no quiere que se le muera; no deja de hablar por teléfono, no deja de pedir también a la enfermera que atiendan a su hermano.

“Si lo baja y no hay lugar va a batallar para subirlo de nuevo señor”, es lo que le dice la trabajadora del IMSS ante la solicitud de Fernando, él sigue hablando por teléfono, cuando lo suelta, es para volverle a insistir a la doctora atiendan a su hermano, pero de momento no hay solución para él.

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