Golpe a las finanzas de Japama: Cuesta 6 mil pesos reponer cada alcantarilla robada
LOS MOCHIS._ El robo de equipamiento urbano se ha convertido en un doble dolor de cabeza para la administración municipal: por un lado el riesgo latente de accidentes para la ciudadanía y, por otro, un severo quebranto a las arcas públicas.
La Japama enfrenta actualmente un déficit de 60 tapas de alcantarilla, cuya reposición representa un gasto oneroso y un desafío administrativo.
El Alcalde Antonio Menéndez del Llano Bermúdez detalló la gravedad financiera del asunto: cada pieza sustraída le cuesta al Ayuntamiento cerca de 6 mil pesos. Este monto, multiplicado por las decenas de faltantes, genera un desvío de recursos que bien podrían utilizarse en otras obras, pero que deben destinarse a cubrir el daño causado por el vandalismo.
Más allá del dinero, explicó que la reposición no es inmediata puesto que la burocracia y la logística juegan en contra, pues al tratarse de recursos públicos, la paramunicipal debe cumplir con procesos de licitación. Además, se enfrenta a la escasez de proveedores locales.
El mandatario municipal mencionó que estas piezas no se fabrican en la región, lo que retrasa su llegada y colocación, manteniendo el riesgo en las calles. No obstante, aseguró que se están realizando los ajustes necesarios para agilizar las compras sin frenar la operatividad del organismo de agua.
El mercado negro
El Alcalde fue enfático al señalar que este quebranto tiene un destino claro: el mercado negro de la chatarra. Descartó que el robo sea para uso doméstico y apuntó directamente a la cadena de comercialización ilegal.
“Lo que queremos es pedirles que se conduzcan adecuadamente y que no compren robado porque daña a la sociedad y al mismo erario. Esas alcantarillas no se convirtieron en comales de casa; ahí están en el fierro viejo”, recalcó el munícipe.
Ante esta situación que afecta el presupuesto, la autoridad ha mapeado el problema y confirmó que se tiene plenamente identificados a los negocios de este giro en el municipio. Aunque la intención inicial es el diálogo, la administración busca frenar la compra de estos insumos para cortar de raíz el incentivo del robo, advirtiendo que de no haber colaboración, se aplicarán los reglamentos para sanciones o clausuras.
“Ya tenemos detectados cuántos negocios de compra hay en Ahome. El llamado es a que se acerquen de manera amigable; eso es lo correcto y es en beneficio social”, concluyó Antonio Menéndez del Llano.
