"COLCHÓNGATE El otro Carlos Baltazar que llegó a la audiencia"

El Carlos Baltazar de las fotos de Facebook que aparecieron en diferentes medios de comunicación una vez que el escándalo de los colchones estalló y el propio Gobierno del Estado lo señaló, lució muy diferente al que se presentó ante el juez el viernes.

El risueño, el de las gafas, el de los abrazos con los políticos ya no era el mismo.

Cinco minutos antes de que comenzara la audiencia inicial, Carlos Baltazar entró a la sala A del Centro de Justicia Oral con las manos atrás, como si estuviera esposado, con una carpeta beige y un oficial de la Policía Procesal que lo tomaba del hombro.

Habitualmente, en una audiencia con presencia de la persona que es acusada, solo se presenta un oficial. En la del viernes había tres.

Sus familiares llenaron los lugares destinados para el público en la sala. Les dieron indicaciones de no hacer ruido, no interrumpir y guardar la compostura durante la audiencia. Aunque uno de ellos buscó hablarle, el agente impidió que Carlos Baltazar respondiera o volteara siquiera a verlos.

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Después de las 12:30 horas, dio inicio la audiencia. Se presentaron los representantes de la Fiscalía y de Gobierno del Estado, los defensores y luego Carlos Baltazar. Luego la defensa solicitó y el juez les otorgó un receso de dos horas para conocer la carpeta de investigación.

La audiencia reinició después de las 14:30 horas y entonces se formalizó la acusación.

Al funcionario, que era el coordinador administrativo de la Secretaría de Desarrollo Social del estado, la Fiscalía General del Estado lo acusa de cometer peculado y negociación ilícita, por la compra de colchones en mal estado a un amigo personal y una empresa cuyo giro es distinto a esta acción, ambos con sede en Guadalajara, Jalisco. La compra la hizo por 2 millones 970 mil pesos.

Funcionario compró colchones a un amigo y a una empresa de otro giro: Fiscalía

Para ello, los agentes del Ministerio Público y de la Fiscalía Especial Anticorrupción, enumeraron una serie de datos de prueba que incluye documentación, actas de entrevistas, informes, copia de transacciones bancarias electrónicas y testimonios de inspecciones.

Conforme el agente leyó lo que recabaron, Carlos Baltazar se talló el rostro, levantó y bajó la mirada; luego negó con la cabeza cuando escuchó algo con lo que no estaba de acuerdo.

Según la Fiscalía, proveedores locales ya no tenían producto para abastecer la necesidad del Gobierno del Estado de colchones que serían entregados a la ciudadanía damnificada por la tormenta tropical 19-E, que los días 19 y 20 de septiembre causó inundaciones.

Esta situación fue aprovechada por el funcionario para proponerse a buscar proveedores de colchones.

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Testigos señalaron a los fiscales que unos días después informó que ya había visitado a proveedores en Guadalajara, Jalisco, y que había adquirido un lote de 2 mil colchones.

Carlos Baltazar fue detenido el jueves en la caseta de Rosario de la autopista Mazatlán-Tepic; la defensa argumentó que venía de Guadalajara a donde fue a buscar a los proveedores de los que señala como los principales responsable.

Incluso, su padre dio una conferencia de prensa el mismo jueves para señalar que su hijo era inocente y que en Guadalajara se había interpuesto una denuncia contra una de las proveedoras.

Además, la defensa leyó un mensaje de texto que asegura Carlos Baltazar le envió al secretario de Desarrollo Social, Raúl Carrillo Castaños, en el que le explicaba que había viajado, que estaba bajo mucha presión y que buscaba solucionar el problema.

A Carlos Baltazar lo señalan otros siete funcionarios de ser el responsable de haber realizado el trato y el pago por los colchones.

Una de esas funcionarias fue su asistente, quien aseguró que cuando el escándalo brotó en redes sociales y llegó a los medios de comunicación, el coordinador administrativo ya no regresó a trabajar. Que le llamó y le respondió: Todos los problemas tienen solución, menos la muerte.

Que después de eso ya no le contestó las llamadas.

En la audiencia, la Fiscalía buscó dejarlo en prisión hasta que terminara el plazo de 144 horas que se le otorgaron al funcionario para preparar su defensa jurídica, sin embargo el juez le otorgó la libertad.

En este proceso, los fiscales presentan datos de prueba, que son indagatorias previas que conforman una carpeta para presentar y solicitar ante un juez que se inicie un juicio, sin que ello determine que sea o no culpable esa persona.

Luego los agentes solicitaron que dictara como medidas cautelares la visita periódica ante el juez, para garantizar su presencia en el juicio, que pagara garantía económica de 2 millones 970 mil pesos y que le prohibieran salir del estado.

El juez desestimó la visita periódica, puesto que la continuación de la audiencia inicial se reprogramó para el próximo martes 23 de octubre a las 10:30 horas, y también que pagara la garantía económica, debido a que esa cantidad es la señalada como el total del daño y aún no se le ha hallado culpable de haber cometido el delito.

Una hora después de terminar la audiencia, Carlos Baltazar salió libre.

Una decena de reporteros lo aguardó y le hizo preguntas, pero el funcionario no respondió.

Caminó con la mirada al frente, apresuró el paso y se dirigió hasta el estacionamiento donde lo esperó un vehículo con la puerta abierta.