¿La UNOE de Harfuch en Sinaloa?
El know-how de la lucha antinarco

OBSERVATORIO
04/12/2025 04:02
    La evidencia de detenciones de numerosas células pertenecientes a ambos segmentos del Cártel de Sinaloa, en grupos mayores a 10 generadores de violencia, sin haber muertos ni heridos en los operativos, apuntala la posibilidad de que aquí prueban la efectividad de la Unidad Nacional de Operaciones Estratégicas, quizás con entrenamiento o participación de elementos de fuerzas estadounidenses antiterrorismo.

    A Sinaloa se le está tomando como estado piloto para probar la Unidad Nacional de Operaciones Estratégicas a la cual se refirió ayer el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Omar García Harfuch, ya que las recientes acciones para ubicar, vigilar y neutralizar a grupos y arsenales del crimen organizado incorporan tecnología y personal de alta especialización en el combate a la delincuencia.

    La evidencia de detenciones de numerosas células pertenecientes a ambos segmentos del Cártel de Sinaloa, en grupos mayores a 10 generadores de violencia, sin haber muertos ni heridos en los operativos, apuntala la posibilidad de que aquí prueban la efectividad de la UNOE, quizás con entrenamiento o participación de elementos de fuerzas estadounidenses antiterrorismo.

    Basta con ponerle atención a los recientes operativos como los de Portalegre, Valle Alto, Piggy Back, Stanza Toscana, Nueva Galaxia, El Guasimal y Navolato, entre otros, para calibrar el parte de guerra que transmuta a tácticas sofisticadas con labor de campo que usa métodos modernos de rastreo u obstrucción de transgresores de la Ley y sus componentes bélicos.

    Una simple observación de lo que han logrado Ejército, Marina, Guardia Nacional y Policía de Investigación federal, en coordinación con la Policía Estatal Preventiva, lleva a deducir la afinación de la labor de Inteligencia en acciones de selección y actuación con precisión quirúrgica que no pone en riesgo a la población y procura extraer a presuntos delincuentes con menores bajas en los bandos del gran hampa.

    García Harfuch enfocó la operación de este cuerpo especializado hacia los estados de Michoacán y Sinaloa, los dos principales focos de violencia en México, sin embargo, puede moverla hacia otras regiones conforme las circunstancias lo requieran. Estos operativos tienen el propósito de actuar contra las cabezas de las organizaciones que disputan el control de territorios y mercados del fentanilo, para debilitar los cinturones de seguridad y el negocio en torno al narco.

    Las secretarías de seguridad federal y estatal mantienen bajo reserva el equipo técnico y humano que acude a expertos y sistemas tecnológicos de avanzada. Ubican a objetivos de gran importancia y le colocan vigilancia permanente hasta que salen de las casas de seguridad y se tienden los anillos terrestres y aéreos para la intercepción de manera “limpia” y sin posibilidades de enfrentamientos.

    Las más recientes instrucciones que ha dado el Gabinete de Seguridad Nacional a los mandos de las acciones pacificadoras en Sinaloa tienen que ver con obtener las detenciones de células de sicarios sin que alguno de estos muera en las refriegas con las instituciones de protección a la ciudadanía. Las pérdidas de vidas que han sucedido en los operativos mixtos contra la delincuencia vertebrada corresponden a enfrentamientos entre los mismos malhechores.

    Es decir, la UNOE ya está aquí desde hace semanas con la misión de atacar objetivos estratégicos y ha dado resultados notables con intervenciones muy precisas que la población empieza a valorar al virar la percepción de seguridad hacia el lado de las instituciones que la proporcionan. El trabajo de Inteligencia, el que más vale tarde que nunca, reforzado por los rondines de vigilancia que efectúan militares y policías, dan la idea de que el Gobierno halló la fórmula adecuada para combatir la violencia de alto impacto.

    Aunque la gran mayoría de ciudadanos no percibe estas operaciones estratégicas sí poseen la capacidad de intuición que los hace sentirse más seguros, a tal grado de que proceden a normalizar sus quehaceres al menos con la confianza que tenían antes de que en septiembre de 2024 estallara la narcoguerra. Sencillamente las vialidades y espacios públicos patentizan con el mayor flujo humano que algo de certidumbre ha retornado.

    Lo único que falta de corroborar es que la implementación de esta tecnología y recursos estratégicos prolongue los resultados en tiempo y eficiencia en correspondencia con el voto de confianza que la sociedad le vuelve otorgar a las instituciones y funcionarios de la seguridad pública.

    Reverso

    En Sinaloa nos desespera,

    Esta cruel violencia que ataca,

    Y el Gobierno de su chistera,

    Más policía táctica saca.

    Qué pena con los penales

    En otro operativo de los casi diarios que realiza la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de Sinaloa en el Centro Penitenciario de Culiacán, el de Aguaruto, volvieron a se decomisados ayer siete teléfonos celulares y 19 cargadores de éstos, cuatro memorias USB, cinco chips para teléfono celular y un módem sin que alguien haya descubierto quién y cómo reabastece de esta tecnología más rápido que cualquier compañía telefónica los otorga a sus clientes consuetudinarios. La gente hace chunga, los reos se burlan y claro que los altos mandos policiacos deben sentirse avergonzados por no poder detener el flujo de equipo que ni C4i adquiere en tan altas cantidades y sorprendente rapidez.