El pueblo está agraviado con justa razón y no va a parar hasta en tanto no se reparen esos latrocinios, que están impunes, como si no se hubiera mancillado a la Nación. Los ciudadanos no pueden estar conformes, los ex presidentes más señalados por el pueblo, que se sirvieron con la cuchara grande en el periodo neoliberal, viven felices en España, gozando la vida a sus anchas.

    lqteran@yahoo.com.mx

    Después del gobierno del General Cárdenas del Río parecía que no podíamos enderezar el rumbo del País. Cuando creció la campaña política a la Presidencia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se abrieron grandes expectativas en la ciudadanía, el País se comentaba por fin iba cambiar, pero los prianistas cometieron el fraude electoral del 88 e impusieron en la Presidencia a Carlos Salinas de Gortari, con las consecuencias que la ciudadanía conoce muy bien.

    Salinas puso en marcha el neoliberalismo, que dio al traste con los logros de la Revolución. En primer lugar, se privatizó el ejido, luego se hizo una reforma laboral leonina que sumió a los trabajadores en su peor debacle, se privatizó la banca y empresas del patrimonio nacional, con el beneplácito de los prianistas y sus comparsas, en una actitud antipatriota y derechista.

    Tomando en cuenta todo lo anterior, es evidente por qué hoy los obreros y los campesinos apoyan al gobierno de la cuarta transformación, que viene dejando atrás ese periodo de oscurantismo corrupto que fue el neoliberalismo. Además, se viene propiciando un nuevo ambiente político y se combate la corrupción a fondo, que es una de las peores lacras que han asolado al País, de manera ostensible, durante todo el periodo de 36 años que prevalecieron los gobiernos elitistas, que a punto estuvieron de dejarnos sin país. Era tal su desenfrenada fiebre de privatizaciones que por lo pronto nos dejaron sin playas, sin banca, sin puertos y, si hubieran seguido, nos hubieran dejado hasta sin petróleo. Algo increíble pero cierto, a esos extremos llegaron los neoliberales.

    El pueblo está agraviado con justa razón y no va a parar hasta en tanto no se reparen esos latrocinios, que están impunes, como si no se hubiera mancillado a la Nación. Los ciudadanos no pueden estar conformes, los ex presidentes más señalados por el pueblo, que se sirvieron con la cuchara grande en el periodo neoliberal, viven felices en España, gozando la vida a sus anchas.

    Lo que está en el tapete de la discusión política en la actualidad, y nos parece sumamente importante para la vida política de México, es la idea del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que todas las controversias políticas se resuelvan mediante el plebiscito popular, que sean los ciudadanos, mediante su sufragio, quienes resuelvan los diferendos que se presenten en cualquier instancia de la función pública; no hay mejor método que el democrático para zanjar los problemas que surgen en la arena política nacional, esa solución afianza la paz y fortalece la participación ciudadana.

    Por cierto, los ciudadanos están centrados en atender las elecciones que vienen, las de Coahuila y el Estado de México, dos eventos electivos importantes que marcarán la pauta de la elección presidencial de 2024. La voluntad popular se orienta a que continúe la marcha indetenible en consolidar el bienestar de los ciudadanos; esa es premisa implícita del votante en la actualidad, no retroceder ni para agarrar aviada en los objetivos de bienestar social, que se han ha echado a cuestas la cuarta transformación, hasta su concreción plena.

    Aún hay pendientes por resolver, pero el que más preocupa al Presidente Andrés Manuel López Obrador es la marginación en que viven los pobres de este País. Su lucha en este frente es sin tregua, para rescatarlos y situarlos en una vida mejor, esa idea la impulsa con entereza. No dudamos que alcance a cristalizar sus objetivos en gran medida.

    En el presente régimen se ha avanzado en puntos básicos para concretar los cambios, son muchos los logros alcanzados para el desarrollo del País. Lo fundamental es continuar esta obra de transformación. En ésta tiene una destacada participación la ciudadanía, en sus manos está la continuación ascendente de la cuarta transformación. Los ciudadanos están conscientes del sentido de su sufragio, tanto en las dos elecciones de las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México, así como en la trascendente elección presidencial del 24, dos procesos electorales que los ciudadanos saben lo que representan para el futuro del País.

    Tenemos una ciudadanía con excelente nivel político, consciente de su deber cívico, y va a ejercer su voto pensando en los intereses del pueblo, en eso no fallan los ciudadanos. México es un país con un pueblo lleno de virtudes positivas y una que más lo caracteriza es su responsabilidad en cuanto a sus deberes con su país, por lo que estamos seguros lograrán lo que se proponen, establecer el bienestar con democracia.

    No nos cansaremos de reiterarlo: en cada oportunidad que se presenta, los ciudadanos de este noble pueblo saben cumplir con la parte que les corresponde, marcan la pauta para que la marcha por un mejor mañana no se interrumpa.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!