Menor víctima de secuestro virtual pasó la noche oculta junto al panteón de Teacapán

ESCUINAPA._ Yareli pasó la noche entre maleza, cerca del panteón de Teacapán, mientras familia, vecinos y autoridades la buscaban.

La advertencia de sus ‘secuestradores’ era clara, no podía salir del lugar aunque escuchara su nombre, una motocicleta o un carro, estos últimos se trataba de ellos y la estaban vigilando, le hicieron creer.

En casa su mamá ‘Ady’ sabía que se trataba de una extorsión o secuestro virtual, pero lo dudaba cuando escuchaba su ‘voz’ llorando o le llegaba una fotografía con sus ojos tapados como muestra de que estaba con ellos, a eso sumaban la solicitud de 50 mil pesos para liberarla.

“Cuando la vi todavía estaba hablando con ellos (extorsionadores) estaba con pánico y me decía ‘vete, te van a matar, vete’, y fue y se metió a una casa, detrás del panteón, en un matorral, ahí estuvo toda la noche”, relata aún con angustia.

Mientras su hija hablaba con ellos, la Policía Cibernética le pidió que mantuviera la calma, que la dejara hablar, pues la menor tenía como idea que el grupo delictivo estaba en el panteón de la sindicatura.

“Pasamos todos por ahí, la policía, Marina, las motos, nosotros, yo pasé gritándole... pero le dijeron ‘si escuchas una moto somos nosotros y si escuchas un carro somos nosotros que te estamos vigilando, no salgas, no te asomes’ y ella no lo hacía”, expresa.

En casa no durmieron, buscándola, pensando en cómo estaría, estar entre el monte fue un riesgo, sabía que era extorsión, pero no estaba a su lado, indica.

Ady señala que todo empezó el jueves alrededor de las 11:00 u 11:30 horas, Yareli había llegado de desfilar y ella estaba trabajando, le llamó solo para decirle que iba a una tienda de conveniencia porque no había cerillos, le dio 100 pesos y la menor se fue.

A los 15 o quizá 20 minutos le llamó y no respondía, entonces empezaron los mensajes y llamadas, señalando su nombre, el del papá de su hija, de sus hermanos.

Le indicaron que la niña había grabado algo que no debía con el celular y ahora estaba en sus manos, para ese momento ya había llamado ella a Seguridad Pública de la sindicatura.

Colgaron el teléfono, pero después llegaron llamadas fingiendo ser la menor y la duda de que fuera real también, reconoce.

Pidió apoyo a Seguridad Pública, a Protección Civil, a la base de la Marina, todos le dieron el apoyo de búsqueda, es algo que agradece profundamente, pues sí la ayudaron.

Su hija está bien, indica, pero con crisis de pánico, esta mañana la atendió un psicólogo del DIF y continuarán hasta que esté bien.

En una extorsión todos pueden ser víctimas, indica, no importa la edad, por lo que exhorto a las familias a que hablen ce ello, pues es algo que le pasa no solo a menores, también a adultos, con chip de números locales o como en su caso, con lada de La Cruz de Elota.