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Literatura

‘Yo no quiero mejorar el mundo, quiero contar historias buenas’, señala Arturo Pérez-Reverte

El escritor de origen español presenta El Italiano, su más reciente novela publicada por Alfaguara

Tres son las grandes pasiones que Arturo Pérez-Reverte ha plasmado en su literatura: la historia, la aventura y el mar. Y estos los dibuja en su más reciente novela El Italiano, que desde septiembre salió a la luz en Alfaguara.

En El Italiano (Alfaguara, 2021) retoma la historia sobre los buzos de combate italianos, que entre 1942 y 1943, dañaron catorce barcos aliados en Gibraltar y la bahía de Algeciras, y cuenta la historia de Elena Arbués, una librera de 27 años, que mientras pasea por la playa en la madrugada, encuentra a uno de esos buzos, desvanecido entre la arena y el agua. Decide socorrerlo y al hacerlo, cambia su vida.

Al presentarla ante los medios de comunicación hispanohablantes, desde la oficina de Alfaguara, en Madrid, Pérez-Reverte compartió que tuvo esta historia muchos años en la cabeza, por sus vivencias, sus lecturas y lo que su padre le contaba.

“Yo nací en el Mediterráneo, mi patria no es España, son 3 mil años de memoria cultural de Homero, Aristóteles, la filosofía y esta novela arranca de mi cercanía sentimental, cultural y emocional con esta patria mediterránea”, dijo.

“Pero mi padre, que era un lector de temas de marina, también influyó. Navegó un tiempo y un día saliendo del cine, luego de ver una película en la que los italianos eran patéticos, me dijo ‘no te equivoques, hubo italianos muy valientes que lucharon e hicieron hazañas’ y me contó esta historia... Todo eso tomó forma de novela y surgió El Italiano”.

Recordó que a los 18 años hizo un curso de buceo especializado con la marina, que su hija es arqueóloga subacuática y ha rescatado barcos hundidos.

$!‘Yo no quiero mejorar el mundo, quiero contar historias buenas’, señala Arturo Pérez-Reverte

“Es un mundo que me es familiar, aparte de eso accedí a los documentos que cada buzo italiano anotaba al regreso, para sus compañeros...Tengo mucha información de cómo se ve el mar y la guerra debajo del mar y fue lo que apliqué en esta novela”, precisó.

“Quien ha estado en el mar, buceando, sabe de la esfera negra, el horror, agregamos el frío la noche, imaginemos a esos jóvenes, audaces, jóvenes, sumergiéndose para pasar las cargas submarinas, las inspecciones... Esto es un homenaje a todos esto”.

La vida, compartió, le ha quitado muchas cosas en las que creía cuando era joven y otras se las ha reforzado, como el respeto por el valor, la lealtad, la dignidad.

“El valor me conmueve, imaginar a la gente hacer esas cosas, me emociona, la novela es también un acto de justicia, un homenaje al valor, porque uno puede comprarlo todo con dinero, o puede aparentar ser guapo, famoso, tener un coche... pero cuando todo se va al diablo, cuando se desmorona la fachada social del mundo en que vivimos, si no tienes valor, dignidad, lealtad, amistad, amor, te arrastra el torrente de la vida”, aseguró.

“Por eso en mis novelas intenté que mis personajes tuvieran esos valores y no para mejorar el mundo, porque un novelista no tiene una obligación moral, yo lo que quiero es contar historias buenas, que el lector las disfrute al leerlas, no pretendo mejorar el mundo, no soy un apóstol, ni salvador de nadie, sino un contador de historia que busca una forma eficaz de contarlas”.

El escritor recordó que Italia es un país al que iba con frecuencia, como periodista y en viajes privados y que al paso de los años fue acumulando libros de esos buzos.

“Soy el tipo de novelista que no tiene problema con la página en blaco, vivo en un mundo con especie de nubes, con historias por contar, lo triste es que tengo 70 años y tengo historias que ya no contaré, que morirán conmigo”, apuntó.

“La novela va contigo, te acompaña, un día toma forma, una imagen, un libro, una película

esta novela me acompañó, formaba parte de esa nube que me acompañó y un día dijo aquí estoy escríbeme, la novela son como los niños guapos que te eligen y me eligió”.

Pérez-Reverte, oriundo de Cartagena, España, que fue corresponsal de RTVE y corresponsal de guerra, estuvo acompañado de Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara en España.

Reyes destacó que El Italiano, que salió a la luz desde septiembre en México, Chile, Argentina, Uruguay, y está por salir en Perú y otros países de Latinoamérica, en España lleva tres ediciones , con ventas de más de 270 mil ejemplares.

En ella, agregó, crea una mirada sobre un territorio que ha visitado en otras novelas, como La carta esférica y La reina del sur, que es Bahía de Algeciras.

“Es una historia y un mar que ha visitado varias veces y en esta novela recrea una historia de mitos del mediterráneo, un héroe que viene del mar y una pasión que son los libros

el personaje principal es femenino, maravilloso, una librera que ha leído muchas historias y ve el mundo queriendo vivir una experiencia como la que ha vivido en los libros y una mañana, encuentra a un buzo medio moribundo en la playa y eso le cambia la vida y hará sentir que ella puede vivir una aventura basada en hechos reales”.

Aseguró que cuando se es lector, se tiene la capacidad de proyectar en los lugares no lo que ves sino lo que has leído.

“Esa es la magia de la literatura, te da una mirada, la posibilidad de ver el mundo según lo que has leído y borras lo que está fuera de la historia que está en tu cabeza”.

Reconoció que el personaje más importante no es el italiano, sino Elena y que en realidad la novela debería llamarse “La librera”.

“Porque la protagonista y la heroína es ella, él es un hombre sencillo que no tiene lecturas, es un tipo normal, delimitado, y que sea un soldado decidido, audaz, es la mirada de ella, que tiene una memoria, una cultura, que al verlo a él proyectando en esas lecturas, descubre al héroe”, dijo.

“Ella ha sido adiestrada culturalmente para reconocer al héroe. Y es al final ella la que convierte un hombre vulgar en un hombre guapo, italiano, mediterráneo, fuerte nadador, es su mirada la que lo convierte en héroe, sin su mirada sería un hombre más, por eso es tan importante ese personaje... Trabajé mucho eso y sabemos lo que piensa gracias a ella”.

Al final, reconoció, es una historia de amor.

Señaló que los personajes, como las personas reales, tienen tantos defectos como virtudes y que no hay héroes sin ningún defecto como tampoco malos sin ninguna virtud.

“La vida no es así, lo sé por experiencia, lo he visto y lo he reforzado con libros, el ser humano es ambiguo, se mueve en colores, uno puede ser un villano con su mujer y a la vez un heróico que salva a un la vida es así, el héroe es circunstancial”

Para un autor, señaló, la novela es un desafío, porque sabiendo el final de la historia, el reto es hacer el recorrido para llegar a ese final, develar qué lo llevó hasta ahí.

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