Irma Serrano, ‘La Tigresa’, muere a los 89 años

Irma Serrano, mejor conocida como “La Tigresa”, actriz, cantante y política falleció este miércoles, a los 89 años, así lo dio a conocer la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI).

Irma Cielo Consuelo Serrano Castro y Domínguez, su nombre completo, fue una controversial actriz, Diputada y Senadora por el estado de Chiapas, primero postulada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y posteriormente por el Partido del Revolución Democrática (PRD).

En entrevista con la hermana de La Tigresa, se informó que Irma Serrano murió luego de un infarto fulminante y está siendo velada en Chiapas.

“Ahorita se está velando en Tuxtla. La cosa es se puso mala, la llevaron al hospital, le dijeron que no le encontraban la vena y no sé qué tanta cosa y la paso a otro hospital más completo y resulta que estaba en su cuarto con oxigeno y le avisa el doctor que le da un infarto fulminante”

La muerte de la famosa actriz se dio durante la madrugada en el hospital y le harán un homenaje en su teatro, aun sin fecha definida.

“Murió en la madrugada como a la una, en el hospital. De ahí se la van a llevar a México, le van a hacer un homenaje en su teatro. No sé cuándo”

Su trayectoria

Nacida el 9 de diciembre de 1933, en Chiapas, Irma Serrano alcanzó fama en la década de los 60, inicialmente, por ser cantante de música regional.

En 1962, Serrano firmó un contrato con la compañía discográfica Columbia Records para comenzar su carrera como cantante. Grabó canciones como Canción de un preso, la cual se convirtió en su primer éxito musical, Prisionero de tus brazos, El amor de la paloma y Nada gano con quererte, pistas que la posicionaron en un buen lugar como cantante al establecer un record en ventas.

Este mismo año también incursionaría en el cine y comenzaría una carrera como actriz apareciendo en las películas; Santo contra los zombies (1962) y El extra (1962).

Años más tarde, después del éxito conseguido en su carrera como cantante actuó en las polémicas películas de ficheras, donde realizó escenas de desnudos e interpretó personajes controvertidos para su época.

En 1963, Serrano fue galardonada con varios premios que incluyeron el Trofeo Revelación Folklórica, el Premio Macuilxóchitl en la categoría de la Cancionista Revelación y el Trofeo Musa de Radiolandia.

Además, participaría en un filme más titulado, Tiburoneros (1963). Un año después en 1964, fue bautizada como una gran intérprete de la música, recibiendo nuevamente el Trofeo Musa de Radiolandia y el Trofeo del Concurso Nacional de Televisión, reconocimientos que la convertirían en una de las cantantes más exitosas de su época.

Luego llegaron más filmes, esta vez aparecería en la cinta El corrido de María Pistolas y grabaría su primer álbum titulado Irma Serrano. En 1965, participaría en cinco filmes, Gabino Barrera , El zurdo, La conquista de El Dorado, Los sheriffs de la frontera y El hijo de Gabino Barrera, El hijo del diablo (1966).

Serrano continuó su carrera como actriz, participando en las cintas; La chamuscada (1971) y También protagonizó la película, La Martina (1972) la cual fue un éxito, y La tigresa (1973).

Al ver los resultados recibidos por su trabajo como artista, decidió comprar el Teatro Virginia Fábregas, el cual remodeló y le cambió el nombre a Teatro Fru Fru, donde comenzó a presentarse como actriz de teatro y productora de varias obras teatrales, pero sin dejar el cine.

Fue prima de la escritora Rosario Castellanos, y se cuenta que en su juventud posó desnuda para Diego Rivera, sumando también más películas a su carreta, entre ellas Lola la trailera (1983), , y Los amantes del señor de la noche (1986), entre otras.

En televisión actuó en las telenovelas La tierra y La madrastra; mientras que teatro hizo Una dama sin camelias, La guerra de las piernas cruzadas y El pozo de la soledad.

A lo largo de su carrera, Irma Serrano dejó un legado de 18 películas, dos novelas, nueve obras de teatro, dos programas de medianoche.

A finales de los 90 se adentró en el terreno de la política, donde llegó a ocupar un cargo en el Senado de México, y llegando a ser también diputada de Chiapas.

Entre sus muchas polémicas, Irma Serrano era amante de las antigüedades, y se cuenta que logró conseguir incluso la cama donde durmió la misma emperatriz Carlota de México. En su autobiografía, La Tigresa confesó que fue amante del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, y que luego fue espiada por el gobierno mexicano.