Rosy Fuentes de Ordaz, una primera dama siempre presente

La esposa de un Gobernador tradicionalmente adopta el papel de compañera del Ejecutivo, asume la presidencia del DIF Estatal y su presencia generalmente transcurre en un segundo plano, sin embargo, la presencia de Rosy Fuentes fue tan fuerte que no faltó quien quiso convertirla en candidata.

A unos días de culminar la administración de Quirino Ordaz Coppel, la primera dama revive su llegada al DIF Estatal, sus esfuerzos para conformar un equipo y adaptarse a un mundo donde solo caben las personas más vulnerables de Sinaloa.

Hija de un General de División, Rosy destacó en su trabajo como presidenta de DIF Estatal como una mujer disciplinada y capaz de llevar su esfuerzo a prácticamente todo el estado, pero ante todo por acompañar al Mandatario a muchas de sus giras y eventos, lo que le dio una proyección inusitada.

Y a pesar de que siempre dio la impresión de contar con experiencia en el puesto, ella asegura que no tenía ni idea de lo que iba a encontrar en el DIF, pero contó con un buen equipo y el apoyo del Gobernador, el marido que la llevaba a todos lados.

Al mismo tiempo, Rosy es madre de tiempo completo, aunque la edad de sus hijos le permite despegarse y poder dedicarle gran parte de su día al trabajo como promotora del bienestar de la población más vulnerable de Sinaloa.

Durante la campaña de Ordaz Coppel, Rosy descubrió cuál sería su reto principal: mejorar las condiciones de los niños y niñas que viven con autismo; y entre sus logros destaca la construcción de uno de los centros de atención al autismo más modernos de Latinoamérica.

El apoyo

La mayoría de las esposas de gobernantes en México llegan sin ninguna experiencia a los puestos administrativos, sin embargo, Rosy Fuentes contaba con dos ventajas que utilizaría mientras fue presidenta del DIF Sinaloa.

La primera fue su experiencia personal, pocas personas saben que Rosy es una de las fundadoras de Anspac en Mazatlán, una asociación nacional dedicada a la formación integral de las personas y dirigida especialmente a mujeres.

Y su otra experiencia había sido la participación de Quirino Ordaz Coppel, su marido, como director de lo que hoy es el DIF de la Ciudad de México, en 1994.

Así que contaba con dos ventajas, un marido que la asesoraba directamente y un Gobernador en el que encontraba todo el apoyo necesario para sacar adelante sus proyectos.

“La experiencia que yo tenía al llegar al DIF estatal era el paso de Quirino por la Dirección de Protección Social de la Ciudad de México, que era como el DIF. Y Anspac me ayudó muchísimo, estuve con ellos como nueve años”, recuerda la primera dama.

Mientras participaba en las asociaciones de ayuda, Rosy asegura que la relación con personas vulnerables despertó en ella la sensibilidad para comprender sus problemas e intentar ayudarlas, pero asegura que la dimensión de los problemas que tienen las personas vulnerables de un estado como Sinaloa es muy diferente.

“Los programas de ayuda comienzan enseñándote a conocerte a ti mismo, para que así puedas entender a los demás y poder ayudarlos, eso me sirvió mucho para platicar con las personas que necesitaba nuestra ayuda en el DIF, pero al llegar aquí te das cuenta que los problemas de un estado son mucho más complicados”.

Al llegar a DIF Estatal, Rosy se encontró con instalaciones distribuidas por todo el estado y un pequeño ejército de trabajadores, de alrededor de mil personas, pero le haría falta construir un equipo, su propio equipo y por ahí comenzó.

El equipo

Al iniciar su administración como presidenta de DIF Estatal, Rosa Icela Fuentes de Ordaz se presentó con el personal y tuvo en claro que aprovecharía en lo posible a la gente con experiencia y contrataría solo a personal de confianza que cumpliera con el perfil para los diferentes puestos.

“Una de las ventajas fue que Quirino llegó sin compromisos, entonces él me dio la libertad de hacer mi equipo, en ocasiones sí me llegaban peticiones o propuestas de personas, pero siempre prioricé a la gente valiosa que ya estaba ahí, y si llegaba alguien que fuera alguien que cumpliera con el perfil que se necesitaba”.

Uno de los descubrimientos felices de Rosy fue la que sería su directora, una mujer que conoció durante la campaña y que la sorprendió por su capacidad de trabajo.

“Mi gran apoyo fue Connie Zazueta. A ella la conocí en campaña, fue la asistente personal de Quirino, era la que le llevaba la agenda, la que coordinaba todo, me sorprendió su capacidad de trabajo”.

Sin embargo, cuando Rosy estaba a punto de invitarla para que se convirtiera en su mano derecha dentro de DIF, temió que Connie rechazara el puesto, por esperar un puesto más cerca del Gobernador.

“Yo creo que Connie no se lo esperaba, a lo mejor ella se veía más en el Gabinete, pero cuando Quirino se lo propuso ella aceptó, yo me sentí un poco incómoda, pero más adelante cuando ella se dio cuenta de todo lo que podía hacer en esta área fue muy feliz, y yo más porque ella sí que tenía toda la experiencia”.

Rosy y Connie harían un gran equipo al frente del DIF Estatal, recorrerían juntas Sinaloa infinidad de ocasiones y cambiarían el rostro de la beneficencia con una política que combinaba dos elementos: ayudar a las personas, satisfaciendo sus necesidades, y respetando su dignidad.

Hacerlo bien

Ya en la oficina de DIF Estatal, conformado el equipo con la mayoría de la gente que ya estaba en las oficinas, Fuentes de Ordaz se dio cuenta que la mayoría de los programas se cumplían de manera rutinaria, así que decidió hacer la diferencia.

“Cuando platicaba con Quirino, él me decía que las cosas del día se iban a hacer, estuviera yo o no, que lo que tenía que hacer eran las cosas importantes”.

Durante la campaña, Rosy se había encontrado a muchos niños que permanecían cerca de sus padres y preguntando encontró que el autismo era una de las principales preocupaciones de cientos de madres.

“Fue ahí cuando nació la idea de construir un centro de autismo, para poder atender no solo a los niños y niñas de Sinaloa, sino a todas las regiones”.

Buscando recursos para construirlo, Rosy encontró recursos federales para construir un centro de atención para débiles visuales, uno de sus proyectos de mayor impacto en personas con estas características.

Pero nadie nace con los conocimientos, no existen especialistas en hacer centros de autismo o debilidad visual en Sinaloa, así que la presidenta del DIF Sinaloa y su equipo se vieron obligados a visitar varios de estos centros en otros estados y fue ahí donde nació una de sus políticas más respetadas: hacer las cosas bien.

“Fuimos a ver otros centros en otros estados, pero yo lo que veía eran lugares construidos en casas, que poco a poco iban creciendo dentro de edificios que no habían sido construidos para eso y no me gustaba”.

Los nuevos centros médicos de DIF Estatal nacieron bajo la rigurosa política de ser lugares especialmente diseñados para cumplir con su función, desde su planeación hasta su construcción final.

“Yo creo que debemos de respetar la dignidad de las personas y eso comienza dándoles lugares donde se sientan felices, un lugar donde van a recibir atención médica no tiene porque ser feo o improvisado”.

El personal médico ya existía, Sinaloa cuenta con una base de psicólogos y especialistas en todas las áreas, sólo hacían falta los edificios y el equipo necesarios para dar la atención.

Hoy Sinaloa cuenta con espacios que parecen de ciencia ficción, una persona puede nadar mientras una grúa lo sostiene, niños reciben atención médica en espacios iluminados con tal intensidad que necesitan, padres observan la evolución de sus hijos a través de vidrios especiales que no permiten que sus hijos sean distraídos.

La candidata

El esfuerzo de Rosy no se quedó en Culiacán, en los grandes centros de atención médica, no, su equipo la llevó a conocer cada uno de los centros de atención instalados en cada uno de los municipios de Sinaloa.

Fue en los pueblos de la sierra, en la costa o en el valle, donde Rosy encontró a un ejército de mujeres listas para hacer cosas.

“Al identificar esos espacios, descubrimos tesoros de mujeres, a las que les llevamos más de 300 proyectos productivos, donde las mujeres terminaron haciendo negocios completos que benefician a su comunidad”.

Rosy combinó siempre su trabajo en DIF Estatal y los eventos donde acompañaba a Quirino, inauguraciones, desastres naturales, encuentros con cámaras, en todo Sinaloa, Rosy siempre aparecía acompañando al Gobernador, y eso ocasionó que se pensara que estaría dispuesta a competir por la Gubernatura.

“Jamás cruzó por mi mente. Hasta mi familia llegó a preguntarme si no me interesaba. Llegó gente de México y decía ‘no se equivoquen, es ella’, pero yo creo que lo hacían porque veían alguna encuesta”.

Consciente de la posibilidad que tuvo de participar en política, como posible candidata, la decisión de no hacerlo fue de ella, porque asegura que siempre tuvo muy claro la importancia de la familia.

“Siento que las mujeres que se dedican a la política, empoderadas, dirían ‘qué desperdicio, ¿cómo no aprovechó ese capital político?’, pero no, yo siempre tuve muy claro que el político era mi marido y yo su compañera”.

Al final, Rosy revela que la presión de los medios de comunicación fue tan fuerte que decidió dejar de acompañar al Gobernador a algunos de sus eventos, con la intención de reducir su exposición pública.

“Mi admiración para esas personas que lo pueden hacer, pero yo lo tengo muy claro y sé que mi vida y la de mi familia no podrían ir por terrenos paralelos... Quirino nada más se reía, pero al final tuve que desaparecer un poquito porque ya era una pregunta que comenzaron a hacer en todos lados”.

Rosy dejará el DIF Estatal el domingo próximo, en el momento en que su marido entregue la Gubernatura de Sinaloa, su siguiente destino es Madrid, donde asegura que seguirá apoyando a su marido y sus hijos, su misión principal.