A unos días de concluir su gobierno en Sinaloa, Quirino afirma que disfrutó su mandato

Todos sus colaboradores cercanos lo han sufrido, durante los 4 años 10 meses de su administración, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel desplegó una intensidad que mantuvo a todos corriendo un maratón interminable.

Con el WhatsApp como un látigo moderno impuso unos horarios de locura, su día iniciaba a las 4:00 de la mañana y terminaba exactamente a las 22:00 horas, cuando se iba a dormir.

En una larga charla con Noroeste, el mazatleco revela su enorme pasión por un trabajo que le permitió conocer prácticamente cada rincón de Sinaloa y en casi todos se sentirá su presencia por muchos años, porque construyó obras para todos los gustos.

Como un mago que revela sus secretos después de que se ha bajado el telón, Ordaz Coppel va detallando cómo enfrentó una responsabilidad que recibió en malas condiciones, con pocos recursos y en un periodo de tiempo más corto que sus antecesores.

Y las últimas semanas de su administración las cierra como fueron todas las semanas de su Gobierno, a tambor batiente, con el cierre de decenas de inauguraciones de obras y con los deberes financieros hechos.

Asegura que se va sin arrepentimientos ni complejos, con una excelente relación con el que será su sucesor, Rubén Rocha Moya, al que le desea la mejor de las suertes y al que asesorará en todo lo que pueda.

Entre las malas experiencias recuerda el “Jueves Negro” de Culiacán y le duelen todas las obras que no alcanzó a hacer, pero asegura que después de ser Gobernador saldrá a la calle y seguirá siendo el mismo.

El que madruga...

Son las 4:00 de la mañana, Quirino Ordaz Coppel se levanta y toma su celular, del otro lado sus funcionarios comienzan a recibir indicaciones. A las 6:00 ya está corriendo o en bicicleta, el deporte favorito de Rosy Fuentes, su esposa.

Deja la bicicleta y su celular continúa recibiendo y enviando mensajes, Ordaz Coppel es el primer Gobernador sinaloense en gobernar a través de las plataformas digitales, ahorra tiempo y abarca todas las áreas.

Desayuna y sube a su camioneta, al helicóptero o a un pequeño avión, sus tres medios de transporte que le permiten supervisar una obra en Escuinapa, al mediodía dar el banderazo en Mazatlán, y por la tarde estar en El Fuerte, atendiendo una reunión con vecinos que buscan apoyo para un proyecto turístico.

Después de dar indicaciones a distancia, Ordaz Coppel supervisa, una y otra vez, como una obsesión que lo persigue desde que entendió que una orden sin supervisión no sirve para nada.

Sin embargo, a pesar de su incansable movilidad, el mazatleco asegura que el tiempo nunca alcanza y menos cuando tienes que hacer el trabajo en un periodo más corto.

“Nunca te alcanza el tiempo para hacer todas las cosas que quieres hacer, pero me quedo tranquilo, con el sentimiento de la misión cumplida. Mi periodo fue más corto y hay cosas que te exigen más tiempo”.

Marcado por un lapso menor a los sexenios naturales, debido a la necesidad de empatar las elecciones de Sinaloa con las federales, Ordaz Coppel siente que su administración no le permitió terminar todo lo que anhelaba.

En el tintero

En los informes del Gobierno estatal hay un Sinaloa marcado con las cientos de obras que se construyeron en esta administración, pero en la mente de Ordaz Coppel hay un Sinaloa con las cientos de obras que le hubiera gustado construir.

“Me hubiera encantado dejar encaminado el puente y la carretera de Choix a Chihuahua, haber retirado la terminal férrea del centro de Culiacán, o empezar la nueva terminal de cruceros de Mazatlán”.

Una de las obras que quedó inconclusa, pero que estará funcionando en poco más de un año, es el nuevo Acuario de Mazatlán, un proyecto arquitectónico, educativo y de entretenimiento que se convertirá en el gran atractivo del puerto, y que no pudo ver terminado.

“Me hubiera gustado ver terminado el Acuario de Mazatlán, pero ya están amarrados todos los recursos necesarios para su terminación y será una obra que traerá muchos beneficios”.

Sin embargo, el mazatleco está consciente que a veces no solo es el tiempo, sino situaciones inesperadas, las que golpean a un gobierno.

“Fue una carrera con el tiempo y contra el tiempo. Hay cosas difíciles y cosas inesperadas como la pandemia, una situación que terminó exigiendo muchos recursos que pudieron haberse aplicado en otros lados”.

La pandemia fue quizá el reto inesperado más dañino para un Gobierno que intentaba utilizar cada centavo para resolver las enormes necesidades de los sinaloenses.

El gran reto

El 17 de octubre de 2019, Culiacán vio como sus calles se llenaban de hombres armados, provocando el llamado “Jueves Negro”, uno de los momentos más difíciles que le tocó enfrentar a Ordaz Coppel como Gobernador.

“Fue algo que me generó una gran impotencia porque no estaba informado, se da un hecho que sacude totalmente al estado, a Culiacán, a la gente”.

El operativo armado por el Ejército Mexicano para intentar detener a Ovidio Guzmán terminó en una enorme demostración de poder por parte de la delincuencia organizada, lo que trastocó la tranquilidad de la capital sinaloense.

A pesar de que la situación era un problema federal, Ordaz Coppel se vio obligado a salir a dar la cara, a pedir calma a los sinaloenses, cuando nadie les había informado la razones de lo que estaba sucediendo.

“La gente no distingue si el tema es federal o estatal, la gente tiene enfrente al Gobernador o al Alcalde, por eso tienes que entrarle, no te queda de otra”.

Ordaz Coppel reconoce que el tema de la seguridad fue uno de sus principales retos y una situación que nunca deja de preocupar.

“El tema de la seguridad pública es un tema muy complejo, muy difícil”.

En su administración se habló, por primera vez de manera abierta, de temas como las desapariciones y los feminicidios.

“Las desapariciones y los feminicidios son temas muy dolorosos que siempre han existido, pero que ahora han tomado una relevancia inusitada, debido a las redes sociales y a los medios de comunicación”.

La apuesta de Ordaz Coppel fue invertir una gran cantidad de recursos equipando las policías del estado y promovió el equipamiento de las corporaciones municipales.

AMLO en el horizonte

Una de las habilidades del Gobernador de Sinaloa fue su capacidad para mantener una buena relación con los presidentes que le tocó durante su administración: Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

Con Peña Nieto la relación se dio de manera natural, ya que los dos compartían partido, pero sorprendió su cercanía con López Obrador, un Presidente morenista.

“Mi relación con el Presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó en la primera visita que hizo a Sinaloa como Presidente electo. Tuve la oportunidad de estar a solas con él durante 40 minutos, esos 40 minutos fueron muy importantes”.

El Mandatario se dio cuenta que podía aprovechar las charlas con López Obrador durante los largos traslados que realiza por tierra.

“El Presidente se traslada por tierra, es su estilo, y eso me dio una oportunidad para profundizar una relación con él. Imagínate, en ocasiones vamos cuatro o cinco horas platicando en una camioneta, y eso siempre lo vi como una oportunidad”.

Su amistad con los presidentes se tradujo rápidamente en recursos y apoyos que permitieron que obras como la Presa Santa María, acueductos o carreteras fueran una realidad, que el estado nunca hubiera podido hacer por sí solo.

“Una de mis ventajas fue la habilidad para plantear los proyectos o para venderlos, para que te los comprara el Gobierno federal, para hacerlos parte de tu proyecto. Al final eres un vendedor”.

La buena relación del Gobernador sinaloense con el Presidente se confirmó el día que recibió la invitación para convertirse en el próximo Embajador de México en España.

Los últimos días

Las dos últimas semanas de la administración de Ordaz Coppel terminarán de manera vertiginosa, decenas de obras reciben los últimos toques para que puedan ser inauguradas.

El viernes por la tarde, el mazatleco se presentó en el puerto para inaugurar la primera parte del nuevo acuario, aunque faltan meses para verlo terminado, junto con un Parque Central que formarán el corazón del futuro turístico de Mazatán.

El sábado por la mañana ya estaba en Culiacán, inaugurando las instalaciones del Centro de Salud de Culiacán, acompañado del Gobernador electo, Rubén Rocha Moya.

Aunque las obras pertenecen a su gobierno, Ordaz Coppel inaugura acompañado por Rocha Moya, cediéndole espacios que otro Gobernador jamás cedería.

“Yo no tengo complejos, Rocha Moya es una gran persona y será un buen Gobernador y yo le ayudaré en lo que pueda porque de esa manera estaré ayudando a los sinaloenses”.

El Hospital General de Culiacán, una de sus obras más aplaudidas, los recibe en el siguiente evento, comparten micrófono y poder, algo impensable en otro tiempo.

A mediodía, Ordaz Coppel es recibido en Angostura. La Alcaldesa Aglaeé Montoya lo acompaña a inaugurar una planta potabilizadora que surtirá de agua potable a más de seis comunidades.

Un poco después lo traslada a El Ranchito, una comunidad que lo espera para agradecerle la construcción de una calle de concreto que cambiará para siempre la vida de un pueblo que sufre inundaciones recurrentes.

El pueblo le tiene una sorpresa: suena la música de banda, Ordaz Coppel cumple años al día siguiente, este domingo 24 de octubre, y ellos decidieron festejarlo.

Entre la comitiva se encuentran el ex Alcalde José Manuel “El Chenel” Valenzuela, y “El Güero” Burgos, dos personajes que han acompañado al Mandatario a través de su peregrinar por esa zona.

Se abrazan, se cuentan anécdotas, se ríen, se sientan a la mesa, abren el papel aluminio y aparecen unas curvinas zarandeadas, “El Chenel” cuenta que lloró en un velorio sin saber quién se había muerto, “El Güero” Burgos lo celebra, una señora abraza a Quirino y le dice que lo van a extrañar, el tiempo se agota, se termina.

“La experiencia como Gobernador fue lo mejor que me ha pasado, he disfrutado cada instante, cada momento”.