En Mazatlán, rellenar un tanque de oxígeno para enfermos de coronavirus cuesta $1,500 pesos, y solo dura un día... máximo dos

Por más de 12 horas Elsa está haciendo fila para llevar oxígeno para su hermano, busca rellenar dos tanques en el Parque Bonfil, comparte que se ha turnado con familiares para hacerle frente a esta espera, pero es algo muy agotador.

La mujer señala que han sido días difíciles para la familia, y de mucho gasto, donde todos se han tenido que sacrificar para salvar la vida de su hermano.

Menciona que lo peor ya pasó, pero el gasto no ha cesado, su hermano estuvo dos días internado en una clínica privada, ahí, se gastaron 100 mil pesos, y cuando ya mejoró un poco, decidieron sacarlo y llevarlo a casa, pero las atenciones tampoco han disminuido.

“Es un fuerte gasto, la verdad hay mucho Covid-19 y es muy difícil esto, afortunadamente nosotros podemos, pero hay quien no”.

-- ¿Su hermano dónde se atendió señora?

“Un hospital privado, solo se quedó dos noches, y el gasto fue como de 100 mil pesos”.

Elsa luce acalorada, por un lado del cubrebocas, le recorren gotas de sudor, el cansancio es evidente, pero son cosas que tienen que hacer para garantizar el bienestar de su hermano.

Ya platicando con más confianza, Elsa lamenta la actualidad que se vive en el municipio, señala que ella como empresaria, no soportaría otro cierre de negocios, pero acepta que son demasiados los contagios que hay en Mazatlán.

“Yo tengo una boutique, afortunadamente no cerré luego del primer confinamiento, pero otro cierre no creo que se aguante, la verdad es muy difícil opinar o hacer lo correcto a estas alturas, no queda más que cuidarnos, y tomar las medidas necesarias para no enfermarnos”, comentó.

Otro conductor con dos tanques de oxígeno a llenar es Leobardo, él comparte que son para atender a su mamá, quien actualmente padece coronavirus.

Leobardo está sin desayunar, señala que tiene desde las 2 de la mañana haciendo fila para poder llenar los tanques de oxígeno.

“Nombre, compa, me ando muriendo de calor y de hambre, mi ‘amá’ es la que anda mala, pero sé que muchos familiares andan igual, pero pues yo ahorita ando navegando a mi mamá, aunque ya se siente mejor”, menciona.

Leobardo explica que cada dos días viene a rellenar los tanques, por cada uno le cobran mil 500 pesos, es un fuerte gasto, pero es uno indispensable para que su madre pueda seguir luchando contra esta enfermedad.

“Ya andamos en la ruina, cada que vengo son mil 500 por tanque, si lo ponemos en lo máximo, a lo mejor dura un día, día y medio, ya si lo ponemos a media potencia el oxígeno, a lo mejor nos dura dos, a lo mucho tres, pero sí está difícil la situación”.

Tanto Elsa como Leobardo alcanzaron a llevar oxígeno a familiares, sin embargo, hay quien llega a preguntar, y se les dice que no alcanzarán, a ellos, no les quedará de otra que venir y hacer fila en la madrugada, tal como la mayoría lo hace.