Ve colectivo en ‘rastreo’ la clave para otorgar paz a familias de desaparecidos

MAZATLÁN._ A casi 3 años de haber iniciado, el Colectivo Por las Voces Sin Justicia considera que los hallazgos que han tenido en sus rastreos no han sido muchos, pero nunca han dejado de buscar y gracias a eso han logrado darle la paz a siete familias

Por las Voces Sin Justicia es un colectivo de rastreadoras del sur de Sinaloa, que nació a principios de agosto 2020, a raíz de la desaparición de Ismael Alejandro Martínez Carrizales.

Su hermana Alejandra fundó el colectivo que al día de hoy ha tenido siete positivos, que aunque la joven mencionó que no han sido tantos hallazgos como quisieran, aseguró que nunca han dejado de buscar.

Ismael Alejandro, de quien se desconoce paradero desde el 2 de julio de 2020, fue la principal motivación de los suyos para iniciar este movimiento que ha acogido a varias familias que han sufrido por la misma causa y deciden tomar acción y salir a hacer estos recorridos siguiendo ciertos procedimientos de búsqueda que Alejandra Martínez tuvo a bien detallar para Noroeste.

“Establecemos una hora y un punto de reunión; cuando salimos solas es diferente, nos dirigimos al punto de búsqueda, seguimos la ruta que toma la seguridad y ya estando aquí en el punto de búsqueda nos coordinamos; si no vamos a trabajar con máquina (retroexcavadora), lo que hacemos es cada quien agarra una herramienta que complemente, sea la varilla, el pico, la pala, el wingo y hacemos equipos de búsqueda”, mencionó.

La búsqueda que se llevó a cabo este 10 de mayo forma parte de una jornada de rastreo programada del 8 al 12 de mayo, con la participación del Colectivo Por las Voces Sin Justicia, la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía General del Estado, así como el acompañamiento de la seguridad con elementos de la Guardia Nacional, Sedena y Secretaría de Marina.

“En este caso como traemos la retroexcavadora, nos vamos a quedar solamente en un punto fijo, como en este terreno ya sabemos que la mayoría han sido enterrados con máquina, si vamos a buscar en otros lugares así solas, pero no vamos a trabajar con pico y pala porque sería muy poco probable que con pico y pala los hallemos cuando los han enterrado con máquina”, comentó.

La joven rastreadora cuenta que cuando se apoyan de la máquina solo se trata de estar supervisando la tierra que va sacando por varias horas, mientras que cuando van apoyados solo de herramientas si representa el trabajo y esfuerzo físico para los grupos de personas que asisten.

“Cuando venimos sin máquina si es cada quien agarrar una herramienta, checar el terreno, normalmente pues ya hemos trabajado antes el terreno, ya lo hemos ido a checar, entonces lo que hacemos solamente es dividir el terreno, hacemos grupo de búsqueda entre nosotras mismas de tres o cuatro y nos vamos por sectores, y ya vamos trabajando cada sector que es de nuestro interés o que creemos que puede ser positivo”, señaló.

“Cuando ya damos positivo, que es así como le llamamos nosotros, se hace el acordonamiento de toda la zona a cierto perímetro y esperamos a la Fiscalía, que en este caso pues nos están acompañando, aunque normalmente no lo requerimos, ya que se acordona todo el área, esperamos a que lleguen los peritos y hagan el levantamiento como tal”, explicó.

“A nosotras en particular sí nos gusta que cuando encontramos, ver la ropa, porque nada como nosotros cerciorarnos qué ropa traía, si traía ropa, si traía algún boxer o la ropa interior que trajera, entonces sí nos gusta cerciorarnos de esa parte, aunque no deberíamos, pero es nuestro método de trabajar”, expresó.

“En su mayoría no traen ropa, pero sí es muy importante porque aunque no sea nuestro desaparecido, hay muchas mamás que no salen a búsqueda, que no pueden salir a búsqueda y nada más están atentas a lo que nosotros encontramos, entonces yo sé que para muchas de ellas es muy importante que nosotros subamos las prendas”, agregó.

El colectivo invita a las personas que tengan a algún familiar desaparecido a sumarse a estos rastreos, que en la actualidad han sido el método más eficiente para dar con miles desaparecidos que se localizaban en fosas clandestinas y tiraderos de cuerpos que se han masificado a lo largo de este amargo capítulo del crimen organizado y la delincuencia que azota el País.