Lo más grave de todo, es que, en México vivimos un momento histórico donde la simulación, la violación a la ley, la mentira y la calumnia ha llegado a niveles que nos están llevando al precipicio. La razón reside en que, como nunca, hay un actor fáctico, totalmente al margen de la ley, y con un poder tan grande que les disputa a los partidos, a los gobiernos, y al conjunto del Estado, la dirección de la sociedad: el crimen organizado.