"Elección de Rector de la UAS, una historia de lucha y poder"

"Desde su creación en 1873, el proceso de elección de autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa ha cambiado constantemente, no sin ausencia de conflicto"
23/11/2018

Gabriel Mercado

CULIACÁN.- La Universidad Autónoma de Sinaloa tiene una larga historia en la que, desde su fundación, se han plasmado cambios diversos, sobre todo en la manera de elegir a sus autoridades, tema que hoy día está de nuevo en boga con la intención de reformar su Ley Orgánica.

 De acuerdo con el texto La Elección de Autoridades en la Universidad Autónoma de Sinaloa de Carlos Karam Quiñones, en el que además cita ampliamente diversos textos como el de la Utopía Corrompida de Carlos Calderón Viedas y Nueva Universidad, de Liberato Terán, explica todo el proceso de transformación que ha sufrido la casa rosalina, y por supuesto, las batallas por la designación de sus directivos.

 En 2010, Karam Quiñones, junto con la investigadora Ana Luz Ruelas; la abogada Teresa Guerra Ochoa, y Felipe de Jesús Martínez Escalera, denunciaron ante la PGR al ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda por presunto enriquecimiento a expensas de la UAS, aunque al año siguiente la autoridad determinó que no había suficientes elementos.

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Los tiempos del dominio del Gobernador

En el texto, se recuerda como en en el Siglo 19, el 5 de mayo de 1873, nació la casa rosalina como Licero Rosales, en Mazatlán, para al año siguiente convertirse en Colegio Rosales.

 En estos inicios el Rector y los profesores eran nombrados por el Gobernador con el aval del Congreso, pero cuando en 1918 se convirtió en Universidad de Occidente, obteniendo autonomía, se instauró que el Rector y el vicerrector fueran elegidos por las dos terceras partes de los miembros el Consejo Universitario.

 “(Esa “autonomía) sólo fue un intento de las autoridades estatales para ponerse a tono con las tendencias nacionales y allende las fronteras”, menciona Karam.

 Pero se enmendó la plana tres años después, se cambió la denominación a Colegio Civil Rosales y la nueva institución ahora era dirigida por una Junta Directiva de Estudios y un director, y éste y los profesores eran nombrados y removidos libremente por la junta.

 En 1931 se creó un Consejo Directivo de la Institución, quien propondría una terna al Gobernador para que este eligiera al director del Colegio.

 En 1937 se convierte en Universidad Socialista del Noroeste, pierde su autonomía, dependiendo directamente del Ejecutivo del Estado, y en 1938 se establece que el Rector de la Universidad y el Secretario General fueran designados por el Ejecutivo y durarían en el cargo todo el tiempo que este a su juicio decida.

 El 9 de octubre de 1941, el Congreso emite el decreto que cambia la denominación a Universidad de Sinaloa y en 1945 en su nueva Ley Orgánica mantiene la facultad en el Gobernador de nombrar al Rector, pero este último podrá nombrar a los directores de escuelas o facultades con la ratificación del Consejo Universitario.

 El 7 de diciembre de 1965 se publicó el decreto con el que se creó la Universidad Autónoma de Sinaloa. La Ley Orgánica que le da autonomía conforma por primera vez la Junta de Gobierno, integrada por siete miembros, quienes pueden nombrar y en su caso remover al Rector, así como a los directores de las escuelas.

 Cinco años después una nueva reforma reduce a cinco los miembros de la Junta, y se modifica su facultad de removerlo, pudiendo hacer esto sólo mediante previa audiencia y a petición de las dos terceras partes del Consejo Universitario.

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La llegada de la 'fiesta' de elecciones

El 11 de abril de 1972, tras revueltas de estudiantes y maestros reclamando que se había designado al Rector en ese entonces al margen de la comunidad universitaria, Gonzalo Armienta Calderón, y el deceso de dos estudiantes de preparatoria durante un enfrentamiento con policías, se publica una nueva Ley Orgánica que convierte al Consejo Universitario en máxima autoridad de la institución.

 El Consejo puede, de nuevo, nombrar al Rector con el voto de las dos terceras partes de sus miembros, y sólo una mayoría calificada podría removerlo.

 Los directores se elegirían mediante terna que el Consejo Técnico presente al Consejo Universitario.

 En medio de confrontaciones internas, el 31 de marzo de 1977 un nuevo decreto deroga la facultad del Consejo Universitario para nombrar Rector titular e instituye que este sea electo por mayoría en votación directa, universal y nominal de estudiantes y profesores correspondiendo el 50 por ciento a cada uno de estos grupos, instalando el voto paritario.

 Las primeras elecciones se llevaron a cabo el 21 de mayo de ese año, aunque el decreto se publicó hasta agosto.

 Karam Quiñones señala que el problema posterior es que los reglamentos comenzaron a desbodar la ley. El Consejo Universitario adquirió la facultad de reglamentar cada proceso de elección. En 1981 se lanza la primera normativa de su parte permitiendo a los trabajadores administrativos participar.

 Sin embargo, en modificaciones al reglamento el 13 de abril de 1989, el Consejo Universitario resuelve eliminar la paridad y para el proceso 1989-1993 se computa en votación unitaria y la califica por mayoría simple.

 En 1993 se lanza una nueva Ley Orgánica, que implicaba para la designación del Rector que fuera electo por el Consejo Universitario de una terna que, previa “auscultación” entre los diferentes sectores de la comunidad universitaria, presentará la Comisión de Méritos Académicos y Universitarios. Dicha auscultación no implicaba una elección directa y se academizaba el nombramiento de las autoridades.

 Pero para el periodo 1997-2001, la auscultación se convirtió de facto en en una votación directa, universal y nominal, y así continuó en los dos procesos siguiente hasta el 2009, la última elección, la cual ganó Cuén Ojeda.

 “En medio del escándalo llegó Héctor Melesio Cuén Ojeda a la Rectoría, sin formación ni carrera académica, --tenía ocho años de encargado de compras en la Universidad--, pero con una amplia y sólida red de connivencias políticamente útiles a lo largo y ancho del estado”, refiere Carlos Karam en su texto.

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Adiós a la consulta a la comunidad universitaria

Cuén empuja cambios en la UAS, y el 27 de julio del 2006 se aprueba por el Congreso del Estado que el Rector sea nombrado por el Consejo Universitario en votación secreta y por cédula de una terna presentada por la Comisión Permanente de Postulación.

 “En el otro extremo de los carnavales que antaño se celebraron para elegir Rector en los últimos 30 años, este último proceso se caracterizó por ser críptico, suficientemente cerrado, como para que nadie más interfiriera, y con una comisión postuladora y un Consejo Universitario bajo férreos controles”, expone Karam, concluyendo que la Ley Orgánica requiere reformarse.

 El más reciente cambio fue el 30 de julio de 2013, con el gobierno de Mario López Valdez, cuando se estableció la reelección del Rector. A cinco años de distancia de ese cambio, y a 145 desde iniciada su historia, la lucha por una nueva ley orgánica, adecuada y pertinente para la UAS, continúa.

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